El torrencial aguacero que cayó sobre la parroquia Junquillal, de Salitre, provincia del Guayas, ha inundado más de cuatro calles del centro de la población.

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“Las tricimotos se nos dañan a cada rato por las calles inundadas. Ya no es rentable trabajar en la parroquia. Más de 20 compañeros desde hace dos días ya no laboran en su mototaxi, hasta que pase el fuerte invierno”, recalcó Freddy Castro, tricimotero de esta parroquia, en donde creció el río Vinces.

“En nuestro recinto más de 30 gallinas se las llevó la corriente y hasta el momento no tenemos ninguna ayuda de las autoridades. Si desayunamos no almorzamos”, comentó Griselda Romero, del recinto El Morocho.

Alfredo Vera Barco, presidente del Gobierno Parroquial de Junquillal, confirmó a EXTRA que 14 recintos de su localidad con 400 familias están asiladas y afectadas con el fuerte invierno.

“No hemos podido llegar a estos sitios afectados con raciones alimenticias porque el Gobierno nacional nos adeuda dos meses de las asignaciones. Seguimos en constante monitoreo, ya que el río sigue creciendo y las lluvias no paran”, recalcó el presidente Vera.

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