Uno de los cabecillas del grupo de delincuencia organizada Los Lobos y dos de sus compinches estarán tras las rejas hasta que la Fiscalía compruebe si son los responsables de ‘vacunar’ a los propietarios de algunos chongos y discotecas del sur de Quito.

Por otra parte, la Policía indicó que los sospechosos estarían involucrados en tres sicariatos cometidos en la ciudad e investigan si dieron órdenes para otro crimen que se registró el sábado 14 de enero.

Carlos Loor Leones, quien es conocido con el alias de Sargento y sería uno de los jefes de la banda, era quien supuestamente lideraba los ‘operativos de extorsión’.

Durante la madrugada del viernes 13 de enero él y tres sujetos fueron capturados en la avenida Alonso de Angulo y Rafael Grau, sur de Quito, cuando iban en un vehículo rojo. Al requisarlos, hallaron dos armas de fuego y 500 dólares.

Según el informe policial, el dinero pertenecía al dueño de un centro nocturno a quien presuntamente le habían pedido la plata “para brindarles seguridad, amenazándolo que iban a acabar con su vida y la de sus trabajadores si no hacían caso”.

Durante la audiencia de formulación de cargos, la víctima y una de sus empleadas testificaron en contra de los detenidos y reconocieron a tres como las personas que los amenazaron.

Ellos recibieron prisión preventiva mientras que al cuarto, quien sería el conductor del vehículo, le dieron medidas alternativas como prohibición del país y presentación periódica ante el juez.

SICARIATOS

Víctor Herrera, comandante de Policía de Quito, señaló que alias Sargento ha sido detenido en innumerables ocasiones. Según la Función Judicial, el sujeto tiene tres antecedentes penales por robo y tenencia de armas.

Herrera mencionó que en lo que va del año, en la capital se han registrado 12 muertes violentas: cuatro de ellas fueron por violencia criminal y las otras cuatro bajo la modalidad de sicariato.

Y en tres de estas últimas estarían implicados alias Sargento y sus compinches. “Dos de los hechos se dieron en el sur de Quito y otro en Calderón”, especificó el oficial. La Policía también investiga si el crimen de un hombre a quien lo acribillaron afuera de un cabaré, en Quitumbe, estaría relacionado a las operaciones macabras del Sargento.

Robaban carros para extorsionar

Mientras se desmantelaba la banda del Sargento, los agentes de la Brigada Anticriminal (BAC) hicieron allanamientos en otros sectores de Quito para dar con supuestos ladrones de autos.

Según el general Fausto Olivo, director de Investigaciones, el modo de operar de los tipos era llevarse un auto, sea con amenazas o al descuido y llamar a los dueños para pedirles dinero a fin de devolverles lo robado.

También delinquían en otras provincias, los traían a un taller de Calderón, norte de Quito, para retenerlos. Sin no podían sacar la plata, entonces alteraban su numeración para venderlos.