Los disparos fueron más rápidos que las hamburguesas. Gabriel Álava Loor esperaba un pedido en un local de alimentos cuando fue sorprendido por un sujeto que lo asesinó a sangre fría y frente a su hija.

El hombre, de 32 años, estaba dentro de una Ford Explorer, placa GRZ-3278, junto a la niña menor de edad, en el exterior de un negocio de comidas rápidas.

A eso de las 23:30 del jueves 25 de noviembre, hasta la calle 17 y avenida 20, en Manta, provincia de Manabí, llegó un sicario y le descargó varios tiros.

El herido fue trasladado hasta el hospital Rodríguez Zambrano, de la localidad, pero al llegar a esta casa de salud los galenos comprobaron su deceso.

El coronel Patricio Almendáriz, jefe policial del Distrito Manta, informó que el ciudadano recibió tres disparos: dos a la altura del tórax y uno en el ojo derecho.

El oficial agregó que el pistolero llegó caminando, descargó el arma de fuego y se retiró sagazmente de la misma forma en que llegó.

Las pericias pudieron verificar que el victimario estaba vestido completamente de negro.

Almendáriz lamentó que la menor de edad, hija del occiso, haya estado en la escena y observara todo lo ocurrido con su progenitor. Afortunadamente resultó ilesa y, según la autoridad, fue entregada a buen recaudo con sus familiares.

Almendáriz añadió que se investiga el móvil del crimen. También informó que la víctima no registraba antecedentes penales y era propietario de un reconocido restaurante de la ciudad puerto manabita. (AG)