Horas después de que un usuario de X compartiera la imagen de una señora de la tercera edad vendiendo trozos de papel higiénico bajo el sol en la acera, cerca del Malecón 2000, ahora cubierto en el tramo de la calle Colón con una especie de malla negra que impide que la mujer pueda pasar los trozos de papel entre las rejas como solía hacerlo, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, respondió para criticar la acción tomada por los administradores del lugar.

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"Guayaquil, 33° centigrados. La señora vendiendo papel higiénico (...) Ahora le colocaron una malla en la reja. Desafortunado. ¿Por qué no pueden permitirle vender sentada bajo sombra a una mujer de mayor?", cuestionó el usuario Francisco Rendón @Fran_9na_cuenta al alcalde, acompañando su publicación con fotos que la muestran sentada casi al nivel de la reja, tratando de encontrar algo de sombra mientras espera a los clientes.

La publicación, realizada en la red social "X" a las 14:00, generó una serie de comentarios instando al alcalde de Guayaquil a permitirle trabajar dentro del Malecón, incluso si se trata de una vendedora informal. La reacción de Álvarez ante lo sucedido fue tachar a los administradores del lugar de "imbéciles".

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"Así es, los del Malecón 2K son unos imbéciles, en esto tienes toda la razón. Sin corazón, sin sentido común y sin voluntad. Seguramente habrá consecuencias internas por esto. Lamentablemente acabo de verlo. Hay que estar en todo, incluso con aquellos que tienen el pensamiento limitado", publicó la noche del 25 de marzo.

Aunque el alcalde no ha respondido directamente a los comentarios en su cuenta oficial, como ha sido su práctica reciente al restringir las respuestas a sus publicaciones, la ciudadanía ha expresado sus opiniones en la misma red social.

"Espero que se tome alguna medida con este caso. No estoy a favor de la informalidad ni del desorden, pero en este caso en particular, la señora es una anciana que está trabajando. ¿Y para qué? Para proporcionar papel higiénico, un artículo escaso en los baños del Malecón. Creo que el Municipio debería ser más comprensivo en situaciones como esta. Ya sea asignando un espacio para los vendedores informales mientras se regulan, o permitiendo trabajar en situaciones como esta, donde hay carencias de ciertos servicios", argumentó Delia Reina, una residente de Guayaquil.

"Alcalde @aquilesalvarez, por favor, permítale un pequeño espacio a esta señora para que pueda trabajar y ganarse la vida diaria. Es una persona mayor. Escuchemos, preguntemos cuáles son sus necesidades y ayudemos. Como autoridad, demuestre con el ejemplo. La vida es hoy", publicó la usuaria @rachel2810.

Algunos ciudadanos, como Toño Leiva, cuestionaron la falta de planificación del Municipio para abordar problemas incluso más urgentes. "Por una señora que no hace daño a nadie, se tomaron la molestia de intervenir, medir y colocar una malla como si fuera a prevenir desastres, y se ve horrible. Si actuaran así en temas realmente importantes, Guayaquil sería un lugar diferente", expresó.

Sin embargo, también hubo quienes sugirieron tomar otras medidas para evitar que la informalidad se convierta en un problema mayor. "Es necesario analizar la situación detenidamente, porque permitirle trabajar libremente a esta señora, aunque no esté regulada, podría abrir la puerta a más personas que busquen aprovecharse de la situación, enviando a adultos mayores a trabajar.

 No es una idea absurda. Ya se ha hablado lo suficiente sobre la mafia que opera en las calles, donde se explotan tanto a niños como a adultos mayores. La clave está en regularizar. Todos tienen derecho a ganarse la vida, pero deben seguir ciertos lineamientos. De lo contrario, Guayaquil se sumirá en el caos", opinó Xavier Morán, quien reside en el centro de la ciudad.

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