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Pánico en el aire
Minutos de terror en un avión a 40 mil pies de altura. Pasajero intentó abrir la puerta posterior.
La azafata Mirian Poveda Abad explicó al fiscal Wilson Álvarez lo ocurrido durante el vuelo.
Un alemán que intentó abrir la puerta de un avión, en pleno vuelo, a 40 mil pies de altura, puso ‘los pelos de punta’ a los viajeros.
Los 269 pasajeros y 12 tripulantes del vuelo que cumplía la ruta Madrid-Guayaquil, en la aerolínea Latam, sintieron que morían.
El extranjero Michael Mueller, que al parecer estaba en estado de embriaguez, en un momento de locura se paró de su asiento y caminó hacia la salida posterior, del lado izquierdo de la aeronave.
El curioso hecho que alarmó a los viajeros ocurrió a las 20:00 del martes (hora Ecuador), cuando el avión cruzaba el océano Atlántico.
La aeronave aterrizó en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, a las 06:15 de ayer.
La ayudante de vuelo Mirian Poveda Abad relató que la aeronave, una hora y media antes del suceso, había despegado del aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, y que fue una compañera la que se percató de que uno de los pasajeros se levantó de su puesto y caminó tambaleando hacia la puerta del avión.
“Salíamos con los carros con comida cuando mi compañera visualizó que un ciudadano de nacionalidad alemana intentaba abrir la puerta trasera del avión del lazo izquierdo. Al notar esto, salí corriendo y le grité que ‘por favor no toque eso’”, contó Abad a este Diario.
La joven, quien desde hace un mes es ayudante de vuelo, indicó que el extranjero tenía aliento a alcohol y que cuando le preguntó qué le ocurría, él le dijo que tenía viajando más de 40 horas, que había consumido unas pastillas y que por eso estaba así, que quería salir del avión, contó Poveda.
Luego del incidente, el hombre se habría disculpado con el personal de la tripulación.
“Le pregunté en inglés dónde estaba su asiento y que me enseñara su identificación. Me dijo que había despertado sobresaltado y que lo sentía mucho. Caminó hasta donde estaba su esposa”, manifestó la azafata.
El fiscal de Flagrancia, Wilson Álvarez, explicó que el alemán viajaba junto a su esposa, de nacionalidad ecuatoriana y sus dos hijos. El destino de la familia era Quito, pero hacían escala en Guayaquil. Ellos venían viajando desde Alemania,
El funcionario del Ministerio Público informó que, de acuerdo al Código Aeronáutico Ecuatoriano, la sanción que podría recibir el extranjero en caso de que se compruebe que estaba en sus cabales podría ser de 5 a 7 años de prisión.
“El extranjero será sometido a una valoración psiquiátrica y luego de eso se definirá su situación legal”, informó Álvarez.