Solo un cabo salió ileso del ataque armado que sufrió una patrulla del Ejército ecuatoriano en el sector de Barranca Bermeja, en la provincia amazónica de Sucumbíos.

El escuadrón de inteligencia militar, conformado por un subteniente, tres cabos y un soldado, fue emboscado por un grupo irregular la tarde del viernes 22 de marzo mientras buscaban información en la frontera con Colombia.

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Eran 15 atacantes los que dispararon a los militares con fusiles. Según el general Fernando Adatty, comandante general del Ejército, los uniformados fueron atacados cuando regresaban de la misión con rumbo a Lago Agrio.

El oficial añadió que estos grupos irregulares tienen sistemas de alerta desarrollados que les permitió detectar la presencia que la patrulla de inteligencia estaba en el lugar. “Era una posición que habían preparado de antemano estos grupos”, señaló.

Según información a la que tuvo acceso EXTRA, luego del ataque de los grupos irregulares, “tres agentes lograron escapar y salieron a bordo de una camioneta particular”.

Sin embargo, el subteniente y el cabo Daniel Valencia se encontraban desaparecidos. Cuando otro grupo de militares fue a la zona para buscarlos, se percataron de que el oficial estaba gravemente herido. Un informe militar indicaba que “tenía dos impactos de proyectiles en las extremidades inferiores, uno en la parte superior y uno a la altura de la muñeca”.

El subteniente fue llevado a una casa de salud de la capital consciente y en condición estable para ser atendido.

Lamentablemente, cerca de él encontraron al cabo Valencia sin vida, con varios proyectiles en su cuerpo. Sus restos llegaron la tarde de la tarde del sábado 23 de marzo en un féretro hasta el aeropuerto Mariscal Sucre. La velación de su cuerpo y el sepelio se realizarán en la ciudad de Ibarra.

Un fusil extraviado y una camioneta con múltiples impactos de proyectil fueron las evidencias que levantaron los investigadores luego del ataque. Además, el comandante Adatty señaló que personal militar y policial se encuentra en la zona levantando información para ubicar a los responsables de la emboscada.

“Estamos trabajando con mayor fuerza y dedicación para eliminar a estos grupos que atentan a la seguridad de los ecuatorianos”. El oficial enfatizó que los grupos irregulares son un tipo de enemigo no visible, por lo tanto, no se conoce su ubicación o su forma de operar. “Cuando se lo conoce es fácil arrinconar y atacar. Cuando no, hay que descubrir, y neutralizarlo”. 

El comandante del ejército, junto a una comitiva de oficiales, visitó a la esposa y dos hijas del cabo segundo Daniel Valencia, quien murió luego del ataque armado por parte del grupo irregular. El oficial expresó sus condolencias y solidaridad por la pérdida del militar. Además, se comprometió en dar apoyo y asistencia en estos momentos.

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