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¡Quiso lanzarse del quinto piso!
La enfermedad de su hija mayor y la falta de dinero y apoyo sumieron a Roxana en una depresión. Pero en el último instante, decidió luchar.

Roxana lleva años luchando por recuperar la salud de sus dos hijas.
Con su niña a punto de perder una pierna, sin dinero y sin el apoyo de su pareja ni de su familia, Roxana estuvo a punto de rendirse y quitarse la vida. Desesperada subió al quinto piso del hospital, donde pernoctaba velando por su hija, y ahí pensó en lanzarse al vacío.
Esa era la única salida que veía para poner fin a su martirio. Sin embargo, cuando estaba a punto de acabar con su existencia, la imagen de sus hijos sobrevoló su mente. Fue como un llamado de súplica para que no los abandonara.
Roxana decidió desistir del suicidio y enfrentarse a la adversidad. Esa que empezó hace seis años, cuando a su hija mayor, hoy de 15, le diagnosticaron osteomielitis crónica en su pierna derecha.
La enfermedad comenzó con unos fuertes dolores. Pero, pese a los chequeos, los médicos no lograron diagnosticar el mal en un primer momento. Tuvo que pasar más de un mes con hinchazones y fiebre para que descubrieran que el hueso de la extremidad estaba infectado.
“Recuerdo tanto aquello... El 11 de enero del 2011 le hicieron la primera operación. Y seis días después le dieron el alta. Yo daba gracias a Dios porque pensaba que con eso se habían terminado los gritos de dolor de mi hija. Pero al mes siguiente recayó”, relata.
Lo que vino después no se lo esperaba. Primero, el doctor la preparó psicológicamente. Debía darle una aciaga noticia. Luego le anunció que tal vez habría que amputar la pierna de la niña.
En ese instante, Roxana se desvaneció y cayó al piso como un peso muerto. Cuando despertó, estaba con una enfermera, que le recomendó ser fuerte ante lo que le tocaba vivir. Desde entonces se dedicó en cuerpo y alma a lograr salvar la extremidad de la niña.
Dejó la ciudad de Milagro, su residencia habitual, para pasar largas noches, semanas y meses luchando al lado de la menor en un hospital de Guayaquil. Al principio, su pareja era su apoyo, pero después la abandonó y todo el peso recayó sobre ella. Había días en que no tenía dinero ni para el pasaje. Y sentía que ni siquiera contaba con el apoyo de sus allegados. Ahí fue cuando le vino la idea del suicidio.
Por suerte, logró superar la depresión y su ánimo mejoró cuando la niña salvó la pierna.
OTRO DRAMA
Posteriormente, se volvió a comprometer y tuvo dos bebés más, entre ellos, una niña que ya ha cumplido seis años. Pero entre tanto ir y venir de los hospitales, no se dio cuenta de que el desarrollo de la pequeña no era el normal.
Hasta que un día, constató que la criatura, de cinco años en aquel momento, no crecía al ritmo habitual, que no hablaba ni subía de peso. La llevó al médico y, tras los exámenes correspondientes, le diagnosticaron hipotiroidismo.
De modo que ahora tiene que luchar por sus dos hijas. Un problema al que se suman otros gastos como el alquiler de la casa donde residen y los tres meses de energía eléctrica que debe abonar. Como de sus anteriores parejas recibe “poco apoyo”, busca a través de EXTRA una manera de salir adelante. Porque para su hija mayor necesita comprar una medicina llamada Factor 4, fundamental para que la osteomielitis crónica no se reactive. Y para la pequeña precisa Nutrilón 3 y Complebyn.
Por eso, Roxana pide a los lectores que la ayuden con estos fármacos y que le regalen un triciclo para preparar comida y salir a vender.
Además, a su hijita mayor le gustaría recibir materiales para dibujar y pintar, lo único con lo que puede entretenerse desde la cama donde pasa largas horas sin levantarse. Su piernita ha empezado a deformarse y necesita una nueva operación. Hasta ahora lleva ya 12 cirugías, que no la han rehabilitado totalmente.
Quienes deseen extender su mano a la familia pueden llamar al 0939818027, de Roxana, o la redacción de EXTRA.