75 mujeres resolvieron el cuestionario. La mayoría dijo que sí sufre o sufrió violencia de parte de su pareja. Un 51% acepta que -en algún momento- un hombre la empujó, golpeó o pellizcó.

El dato es parte del test del Círculo de la Violencia que EXTRA publicó el pasado 25 de noviembre. A propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, celebrado el viernes pasado, se dispuso en línea una serie de preguntas que permite determinar si una persona está en un entorno agresivo y la peligrosidad del mismo.

En ese contexto, quienes respondieron que sí viven o han vivido episodios de maltrato físico se encuentran en la segunda fase del Ciclo. En esa etapa se precisa buscar ayuda, pues refleja que se enfrenta un nivel visible de agresiones. Se debe prestar atención a todas las formas en que los malos tratos pueden manifestarse: indiferencia afectiva, control sobre los bienes y sobre la libertad personal.

La primera pregunta para desarrollar la prueba interroga si la pareja ¿te culpa por sus cambios de ánimo, malestares o frustraciones?, y el 69% de quienes respondieron dijo que sí. Esto significa que la mayoría de encuestadas está en la primera etapa del Ciclo, esa donde -de hecho- existe un proceso violento que puede agudizarse.

Además, el 52% respondió que su pareja le grita, se burla de ella y le humilla. Es la misma cifra de quienes confiesan que ellos controlan su tiempo.

Todas esas son formas de violencia, según la información que proporciona el Consejo Nacional para la Igualdad de Género (CNIG). Otro indicio de maltrato es que la persona evita hablar de ciertos temas o hacer actividades por temor a la reacción de su pareja. El 63% de consultadas aceptó sentir ese miedo, y el 58% describió a su acompañante como celoso y posesivo. El dato coincide con el 54% que afirma que él la aisló de su familia, amigas y amigos; y se acerca al 57% que confiesa que su pareja la agredió nuevamente luego de que dijo que no lo haría...

En la tercera etapa se incluyeron las muestras más graves del ciclo de violencia. Ahí, los criterios se dividen. Un 48% de quienes resolvieron el cuestionario teme a su pareja, mientras que el 52% -la mayoría- no le tiene temor. De ahí se desprende que hubo un 22%, es decir 17 mujeres (de 75), que necesitó asistencia médica como resultado del maltrato.

Para intentar paliar o borrar esa realidad, al menos para expresar que urge hacerlo, el pasado 26 de noviembre cientos de mujeres se dieron cita en Quito. La marcha Vivas nos queremos atravesó el Centro Histórico “porque la violencia feminicida sucede día a día es hora de decirle ¡basta!”.

A través de redes sociales se difundió la iniciativa en que se incluyeron niñas, niños y hombres que con carteles, música y consignas llegaron hasta el Bulevar 24 de mayo “por la vida de las mujeres”. Uno de los impulsos de la movilización fue impedir que los casos de femicidio queden en la impunidad. “Por todas las nuestras que han sido asesinadas por violencia machista”, tuiteaban; mientras la comparsa recorría las calles de la ciudad en donde, según la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu), entre enero y noviembre de 2016 16 mujeres fueron asesinadas a manos de su pareja.