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Varias mujeres se inscribieron muy entusiasmadas, con el deseo de acudir nuevamente a clases.Héctor Anchatuña / EXTRA

Trabajadoras sexuales volverán a las aulas

Tendrán la oportunidad de culminar sus estudios en un proyecto de aprendizaje acelerado.

Erika, una joven trabajadora sexual manabita, se inscribió llena de felicidad para terminar el bachillerato. De su pequeña cartera negra sacó la cédula de identidad para proporcionar todos sus datos a la funcionaria del Ministerio de Educación.

La muchacha, un tanto recelosa, comentó que abandonó los estudios porque sus padres no tenían posibilidades económicas para darle educación.

“Cuando tenía 17 años, una amiga me trajo de mi tierra a la capital, donde por unos meses trabajé en un local de comidas, después pasé a un bar, donde empecé a ganar más dinero atendiendo a los clientes”.

La adolescente se acostumbró a esa vida y no volvió a su provincia, abandonando a sus seres queridos y también los estudios.

Con esta oportunidad de volver a estudiar, Erika dice que está decidida a culminar el colegio, por eso acudirá a las clases de bachillerato intensivo.

Para quienes inician de cero, deben pasar tres años para obtener el bachillerato, pero para Erika serán solo 15 meses.

La decisión de continuar con los estudios fue aceptada por gran número de trabajadoras sexuales de todas las edades, que se ubican en distintos sitios del Centro Histórico de Quito.

Tengo 35 años, no pierdo la esperanza de acabar la escuela, seguir el colegio y, si Dios quiere, ir a la universidad y ser un ejemplo para mis hijos”, expresó otra de las mujeres, quien trabaja por el sector de La Marín, centro de la urbe.

El proyecto ‘Escolaridad inconclusa’ dirigido a las trabajadoras sexuales del casco colonial, fue una iniciativa de Denis Buñay, comisaria cuarta nacional de Policía, quien cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación, que dotará gratuitamente del material didáctico.

La funcionaria expresó que “la idea nació porque se ha evidenciado la necesidad diaria de las trabajadoras sexuales, quienes desean tener un lugar en la sociedad”.

Hizo un llamado a las mujeres para que no desmayen y sigan adelante, “porque cuando se quiere conseguir el objetivo, se hace lo imposible para lograrlo y concluir con lo que dejaron en el camino”.

Lourdes Torres, presidenta de las trabajadoras sexuales de Pichincha, manifestó que “es un logro muy importante que les permitirá tener una mejor autoestima por el bien de ellas y sus hijos”. (HA)

INSCRIPCIONES

Las sexoservidoras que desean concluir sus estudios deberán apuntarse en los distritos del Ministerio de Educación, los primeros días de marzo. Las clases comenzarán en abril.