El destino de Joffre Jampier Rojas Villagrán parecía estar marcado, al igual que el de su hermano Francisco Guerrero Villagrán. Ambos fueron asesinados a tiros, aunque en diferentes fechas y lugares de Guayaquil.

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Joffre fue acribillado la noche del lunes 4 de agosto en el bloque 1 de la cooperativa Unión de Bananeros, en el Guasmo Sur, apenas cuatro días después de haber salido de una clínica de rehabilitación donde permaneció internado durante siete meses por problemas de adicción a las drogas.

Su hermano Francisco sufrió el mismo final fatal un año y medio atrás, cuando fue asesinado en el centro de Guayaquil.

Se dañaron a la muerte de su mamá

“Lamentablemente, mis sobrinos se fueron por el mal camino. Ambos eran hijos de mi hermana, quien falleció hace nueve años a causa de una enfermedad. A Joffre le aconsejamos que, al salir de la clínica, encarrilara su vida, pero tristemente no tuvo tiempo para nada. Lo mataron sujetos que llegaron en una tricimoto”, relató su tío.

“Cuando salió, le dije: ‘Ojalá hayas cambiado y no andes por esos malos pasos’. Mi sobrino consumía drogas desde que su mamá murió”, añadió.

Joffre fue interceptado y atacado a pocas cuadras de su vivienda; según sus familiares, sujetos en una tricimoto lo persiguieron y finalmente lo remataron. Los gastos de la clínica donde estuvo internado fueron cubiertos por otro hermano que reside en Estados Unidos.

Respecto a su otro hermano, los familiares expresaron que también logró dejar atrás el camino de las drogas. “La maldita droga mata a los jóvenes que creen que son los máximos y terminan en cosas malas”, reflexionó el tío de los fallecidos.

Indicadores balísticos en la escena

En el lugar del crimen se recogieron indicios balísticos que incluyen 14 vainas percutidas calibre 9 mm y 1 bala deformada, evidencias que serán analizadas por la Policía Judicial para esclarecer los hechos.

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