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A Trump le diagnosticaron una enfermedad crónica en las venas
La Casa Blanca afirma que Trump tiene insuficiencia venosa crónica, pero que eso no repercute en su salud
Después de días de rumores y especulaciones generados por imágenes que mostraban hematomas en su mano, la Casa Blanca reveló que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sufre de una condición venosa crónica.
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Según informó la secretaria de prensa Karoline Leavitt, el mandatario de 79 años se sometió a un examen médico completo tras experimentar hinchazón en las piernas.
Los estudios confirmaron que padece insuficiencia venosa crónica, una afección que dificulta el retorno de la sangre al corazón y provoca acumulación en las extremidades inferiores.

Hematomas y la viralización de su mano
Los rumores sobre el estado de salud de Trump se intensificaron luego de que varios fotógrafos captaran moretones visibles en el dorso de su mano durante reuniones oficiales, como la que mantuvo con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en febrero, y otra reciente con el primer ministro de Baréin.
Incluso durante la final de la Copa Mundial de Clubes, en la que Trump asistió con su esposa Melania y otros dignatarios, se notó una aparente hinchazón en sus piernas, lo que avivó las especulaciones sobre una posible afección no revelada.
Aclaración oficial
Leavitt aseguró que, aunque los hematomas fueron visibles, se debieron al uso de aspirina, parte de un tratamiento estándar para la prevención cardiovascular, combinado con “apretones de manos frecuentes” que habrían causado daño superficial en los tejidos.
La Casa Blanca enfatizó que no se detectaron signos de trombosis venosa profunda ni problemas arteriales, y que todos los resultados clínicos se ubicaron dentro de los parámetros normales para su edad.
¿La salud de Trump lo dejará gobernar?
A sus 79 años, Donald Trump enfrenta no solo los desafíos políticos de su segundo mandato, sino también las implicaciones de gobernar con una salud que requiere cada vez más cuidados.
Aunque la Casa Blanca ha insistido en que su estado general es bueno, los recientes episodios de hinchazón y hematomas han puesto el foco en los riesgos médicos que puede conllevar ejercer la presidencia a una edad avanzada.
Expertos en salud coinciden en que la insuficiencia venosa crónica, aunque común en adultos mayores, puede agravarse por el estrés, los viajes largos y el tiempo prolongado de pie, condiciones habituales en la agenda presidencial.
A medida que avanza su mandato, el control médico continuo se vuelve esencial para garantizar que su condición no afecte su capacidad de liderazgo.
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