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Violencia en hospitales de Ecuador: inseguridad afecta a médicos y pacientes
Agresiones, amenazas y sicariatos golpean a hospitales en Ecuador. Expertos alertan que el Código Plata es insuficiente
La creciente ola de violencia en Ecuador ha alcanzado espacios que deberían ser seguros: los hospitales. Agresiones al personal de salud, la irrupción de grupos delictivos y amenazas contra pacientes han puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema hospitalario y la incertidumbre que viven médicos y usuarios.
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Centros médicos bajo presión
En el último año, varios hospitales del país han sido escenario de hechos graves. El Hospital Docente de Ambato, el General Monte Sinaí de Guayaquil, el Carlos Andrade Marín y distintas clínicas de Quito, así como el Hospital del Niño Francisco de Icaza Bustamante, han activado el Código Plata, un protocolo de seguridad que requiere la presencia inmediata de Policía y Fuerzas Armadas para resguardar a pacientes y trabajadores.
Sin embargo, especialistas advierten que estas medidas son limitadas y no cubren la complejidad de las amenazas que enfrentan las casas de salud.

Falta de protocolos claros
EXTRA consultó al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y al Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre los planes de protección vigentes. Hasta ahora, la información oficial sobre protocolos de contingencia es escasa. Expertos coinciden en que el Código Plata, aunque necesario, resulta insuficiente.
“El sistema de seguridad hospitalaria no solo depende del Código Plata. Debe incluir vigilancia interna, cámaras de alta resolución, control automatizado de accesos y personal especializado para prevenir sabotajes”, señaló Francisco Andino, exministro de Salud.
Planes integrales de seguridad
Mario Pazmiño, experto en inteligencia militar, subraya que cada hospital debe contar con un plan adaptado a las amenazas de su territorio. “La obligación es técnica, profesional y moral. Se deben contemplar riesgos de sicariato, explosivos o extorsiones a médicos. Además, es necesario un centro de análisis de crisis que permita responder con rapidez”, indicó.
En ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca ya se han reportado sicariatos, amenazas y asaltos dentro de hospitales tanto del MSP como del IESS. Estos casos muestran que las amenazas no provienen solo de familiares armados, sino también de organizaciones criminales que intentan rematar a heridos ingresados tras ataques violentos.
Tecnología y coordinación institucional
Para Marcos Molina, exmédico del Hospital Vernaza, la incorporación de herramientas tecnológicas es urgente. “Un software de monitoreo puede ayudar a detectar amenazas y registrar entradas y salidas. En casos de heridos de bala, la investigación debe iniciarse de inmediato con Fiscalía y Policía Nacional”, explicó.
Los especialistas coinciden en que la seguridad hospitalaria no puede recaer únicamente en guardias privados con recursos limitados. Se necesita una coordinación institucional sólida, con Fuerzas Armadas, Policía y autoridades sanitarias, para garantizar que los hospitales sigan siendo lugares de atención y no de riesgo.