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A diferencia del año anterior, cuando hubo 42 animales muertos en las llamas, esta 2016 la prevención impidió que nuevas especie sean calcinadas.EXTRA

Cero bajas de animales durante incendios en Quito

A diferencia del año anterior, cuando hubo 42 animales muertos en las llamas, esta 2016 la prevención impidió que nuevas especie sean calcinadas.

Durante los cinco conatos de incendio (fuego que no supera los 100 metros cuadrados) que se registraron en la capital en las últimas tres semanas ninguna especie de fauna silvestre murió quemada. Según Christian Rivera, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) con acciones preventivas lograron reducir en un 97% los animales víctimas de las llamas. El otro 3% corresponde a insectos y microecosistemas, de los cuales no existe un registro.

En 2015, 42 animales silvestres (venados, liebres, puerco espines, aves, raposas y zarigüellas) perecieron en incendios y otros quedaron heridos. Estos ejemplares rescatados fueron trasladados a la clínica veterinaria de la Universidad San Francisco, donde fueron atendidos por Andrés Ortega.

Para el veterinario la prioridad es evaluar a la especie y estabilizarla. Luego se la introduce en una cámara para suministrarle oxígeno. Durante los incendios, los pulmones de estas criaturas quedan muy afectadas, incluso padecen de quemaduras internas.

Otro problema para la fauna silvestre durante estos incidentes es que se deshidratan, por lo que necesitan fluidos intravenosos para ser compensados. Según el especialista, en algunos casos las quemaduras suelen ser tan graves, que la piel queda propensa a infecciones, por lo que requiere la administración de pomadas, geles y vendajes especiales. En esta etapa de convalecencia la alimentación debe ser blanda y depende de la dieta de cada especie. “Si sus heridas sanan y cicatrizan, puede ser liberado”, comentó.

Esta acción se la coordina con el Ministerio de Ambiente y los equipos de rescate. Se suele soltar a las especies en el lugar donde fueron encontradas, a menos que esté completamente destruido y se busque un sitio con características similares.

Ortega recuerda que el año pasado llegó a la clínica una zarigüella completamente quemada. Sin embargo, en su bolsa (porque es un marsupial) encontraron a sus crías no muy afectadas. Luego de 13 días de tratamiento, el animal murió, pero sus crías pudieron ser salvadas. Esto hace que el especialista reflexione sobre la importancia de prevenir los incendios forestales. A su modo de ver, un sitio consumido por el fuego nunca vuelve a ser igual. “No solo se pierden plantas se pierden miles de insectos, lagartijas, polluelos, que no saben volar y mueren en sus nidos”, concluyó.