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Buena Vida

¡Sin baile, comida ni ‘Judas’!

Tradicional concurso de monigotes que cada fin de año se realizaba en la ciudad Cuenca fue suspendido

Cuenca
Los monigotes se exponían el último día del año.Jaime Marín

Por primera vez en 60 años no se realizará el tradicional concurso de años viejos en la ciudad de Cuenca.

Debido a la situación sanitaria, fue modificada esta jornada que cada fin de año ha movilizado a miles de cuencanos que recorrían por los diferentes barrios morlacos, para ver las creaciones.

Para no dejar pasar por alto esta costumbre, la tarde de hoy, 31 de diciembre de 2020, comitivas de Amistad Club, el Municipio de Cuenca y la Unión de Periodistas del Azuay (UPA) visitarán los barrios que ganaron el concurso en 2019 para entregarles un recuerdo conmemorativo artesanal y lanzar globos al aire como símbolo de paz, esperanza y duelo.

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Hernán Alvarado, representante del barrio El Vado.Jaime Marín
Los barrios que serán visitados son El Vergel, Tomebamba, Central, El Vado y San Francisco, de donde fueron los concursantes finalistas del año pasado.

La decisión de suspender el concurso se tomó para evitar un eventual aumento de contagios de COVID-19, por la aglomeración de personas que generaría el evento.

A eso se suman las restricciones contempladas dentro del estado de excepción que rige en el país, señaló Rodrigo Matute, presidente de la Unión de Periodistas del Azuay.

“El tema de la salud es prioritario” por lo que, en acuerdo con Amistad Club y el Municipio de Cuenca, se decidió precautelar la integridad y ser parte de una solución en comunidad.

Para César Banegas, presidente del Amistad Club, la página histórica del registro de concursantes y ganadores quedará en blanco, con la esperanza de poder retomar el concurso en el 2021.

Los dos dirigentes explicaron que los treinta mil dólares que por ordenanza municipal se entregaban cada año para premios, en esta ocasión serán canalizados para ayudar a las familias vulnerables de distintos sectores de la urbe.
Por la crisis sanitaria y cumpliendo las disposiciones que prohíben realizar actos masivos, organizadores entregarán recuerdos conmemorativos a ganadores de la edición pasada.

Estos donativos se hicieron a través del Departamento de Acción Social Municipal, entidad que entregó víveres y vituallas en la denominada Navitón cumplida el sábado 28 de noviembre.

El concurso de años viejos en Cuenca se lo realizaba cada 31 de diciembre con la participación de representantes de al menos 40 barrios.

En el evento afloraba la creatividad. La chispa, el arte, el talento y el ingenio escondido de los cuencanos se reflejaban en cada arreglo barrial de año viejos, opinó Hernán Alvarado, médico de profesión y principal fabricante de monigotes del barrio El Vado, vecindario que ha participado ininterrumpidamente en las 60 ediciones. Pero este año, él ha dejado a un lado su ingenio. No armará ningún monigote.

Hasta el 2019, en cada vecindad despedían al año viejo con juegos, bromas, comida, bailes, pero ahora toca hacerlo en familia.

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Alvarado piensa que los cuencanos pueden elaborar alguna representación, aunque pequeña, con el mismo ingenio para despedir su año, pero casa adentro.

Tradición nació con una fiesta

El concurso de monigotes para despedir el año habría nacido de lo que fue la fiesta de la ‘Quema de Judas’, una tradición de algunos pueblos españoles en siglos pasados y que se la replicó en unos sectores de nuestro país.

En dicha fiesta se linchaba o quemaba un muñeco que representaba a Judas Iscariote por su traición a Cristo, explicó César Banegas, presidente del Amistad Club.

En países sudamericanos, entre ellos Ecuador, esta tradición se habría modificado: el muñeco pasó a representar el año por terminar, para así dejar atrás lo malo y volver a comenzar, según algunas investigaciones sobre el origen de esta costumbre.

En un texto del historiador Juan Córdova Pozo se menciona que la quema del año viejo surgió en la ciudad de Guayaquil, en 1895. (JM)