La maternidad/paternidad no es una tarea sencilla. Resulta agotadora. Por esa razón aparecen las típicas frases de “me rindo”, “ya no quiero más bebés”, “tengo sueño”, “estoy cansada”, “no tengo energía para nada”, “quiero salir corriendo”... Si ese es tu escenario actual, lo más probable es que estés experimentando el síndrome ‘burnout’.

Elizabeth Ramírez, máster en Educación Infantil, señala que la vida de los padres modernos es acelerada. “Trabajan, hay un grupo que estudia y así se exigen dar un 100 % en cada uno de sus roles, pero muchas veces por esa autopresión no se rinde bien en ningún lado”, advierte la especialista.

¿Cómo se presenta este síndrome?

La principal característica es la fatiga y el mal genio. Y si no lo controlas, tampoco aprenderás a disfrutar de la aventura de ser mamá o papá.

Tu hijo no necesita unos padres perfectos. Ellos requieren de tu compañía y guía en todo momento. En esta nota encontrarás cuatro señales de alerta, pon atención.

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¿Cómo superarlo?

- Está permitido pedir ayuda.

- No te sientas culpable si destinas un momento para disfrutar de tus pasatiempos.

- Permítete disfrutar de los buenos momentos de la maternidad y la crianza.

- Haz equipo con tu pareja y apóyense.

Baja la producción laboral

Rindes menos. Compara tu trabajo actual con las tareas que realizabas antes de ser mamá o papá.

Mal genio

Este se produce por el cansancio y por no dormir lo suficiente. Te impide buscar momentos de calidad con tu hijo.

Cansancio físico y mental

Este es el síntoma más notorio. Te cuesta enfrentar el día a día, lo que afecta en la toma de decisiones y en la concentración.

Cambios emocionales

Tu estado emocional o anímico tiende a cambiar de forma rápida y abrupta. Puedes tener ‘energía’ para jugar, pero enseguida te enojas y prefieres ver televisió

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