Un ‘cuerpeo’ bien pegado puede llevar a algunos amantes al mismísimo cielo, pero otros pueden experimentar una ‘pequeña muerte’.

Los mareos o desmayos después del orgasmo pueden deberse a varias condiciones médicas, aunque existen casos en que puede responder a una mala práctica incontrolada como la autoasfixia (parafilia). Los cambios de posición bruscos, la mala alimentación o un cuadro de ansiedad pueden provocar que el sexo termine con un desvanecimiento, generando un susto.

Según investigadores de temas sexuales, si una persona le mete ‘a full’ a una sesión de sexo, sin haber descansado correctamente o después de mucho tiempo en ayunas, puede que pierda la conciencia o se sienta mareada y se desmaye por el hambre y el sueño.

Otro factor es el psicológico, puesto que la ansiedad puede finalizar con problemas respiratorios tras el ‘cuerpeo’.

En una entrevista para la revista digital maldita.es, la sexóloga y socióloga Norma Ageitos, de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS), explicó que los desmayos posorgásmicos ocasionales también ocurren, especialmente con las altas temperaturas por una bajada repentina de la tensión, llamado síncope vasovagal, que es más común en mujeres por ser más susceptibles a factores externos como el calor.

“Nuestro ritmo cardíaco y nuestra presión arterial baja de golpe. En el orgasmo se pueden alcanzar las 130 pulsaciones y pasamos a un estado de relajación, que es precisamente lo que produce este tipo de mareo en cualquier otro contexto”, dijo.

Además del calor, otro de los factores a tener en cuenta es el nivel de actividad física que haya supuesto la actividad y si su cese ha sido bastante repentino.

DEBES SABER

- Autoasfixia erótica: Una práctica sexual en la que una persona restringe la respiración de su pareja o su propia respiración para aumentar el placer sexual. Esto puede conducir a situaciones de pérdida de conocimiento (o muerte en los casos más extremos).

- Estrés o ansiedad: La cabeza puede jugar una mala pasada para quien no está en las condiciones adecuadas. Las situaciones de vergüenza; las expectativas por cumplir o una alteración de la conducta a la hora de practicar sexo pueden conllevar a situaciones de ansiedad o estrés a la hora del coito.

- Hambre y sed: Demasiado tiempo sin ‘jama’ puede ser perjudicial; especialmente para quien no está acostumbrado. También los problemas para comer o beber derivados de problemas psicológicos pueden culminar con deshidratación o falta de nutrientes durante el sexo y el desmayo después del orgasmo.

- Síndrome POTS: Aquí el problema es intentar el kamasutra a ritmo de contrarreloj; con el síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés). Esto provoca una disminución de la circulación sanguínea al corazón cuando una persona cambia de posición.