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Familia

¡Deje que los ‘pelados’ elijan!

Los padres son influencia para sus hijos, pero deben ‘soltarlos’ para que sean ellos quienes decidan por sus gustos o creencias. La imposición podría generar inestabilidad

madre e hija
El diálogo con palabras sencillas es muy importante.Archivo Shutterstock

El padre es hincha a muerte de Barcelona, la madre de Emelec. Él es testigo de Jehová y ella católica... Pero ¿qué pasa con la descendencia de parejas con gustos o creencias tan opuestas?

Sin duda, cada hijo decidirá a qué ‘bando’ se inclina. Para ello, los progenitores deben ser quienes le expongan las dos o más alternativas que existen, presentarle lo bueno y lo malo, los pros y contras, todo lo que concierne a opción religiosa, deportiva, etcétera, dice la psicóloga clínica Susana Osorno.

La especialista en salud mental recomienda no obligarlo ni tratar de persuadirlo. “Dialoga con el pequeño cuando veas que él tiene una comprensión del lenguaje. Recuerda hacerlo acorde a su edad, con palabras sencillas”, indica.

Asimismo, la orientadora familiar Lorena Erazo sugiere que en los diálogos que mantengan se mencionen las consecuencias que vivirá en el núcleo familiar. “Se pueden presentar burlas entre hermanos. De pronto de adulto le tocará ir solo a un partido de fútbol, a la iglesia”, señala la experta.

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Presionarlo podría causarle un nivel bajo de estrés y en el niño puede generar inestabilidad y probablemente se haga del tipo de personas que busca quedar bien con los otros, por lo tanto, apoyará un día a uno y luego al otro, finaliza Osorno.

Hasta en la 'jama'

Las influencias paternas y maternas no solo se quedan en el ámbito futbolero o religioso, puede llegar incluso hasta la alimentación.

El padre puede ser carnívoro y la madre vegetariana o vegana... ¿y el muchacho? ¡En medio! Pensado a quién seguir. Sin embargo, en este caso podría ser más sencillo, pues el hijo se dejará llevar por sus gustos y sabores favoritos, dice la psicóloga Susana Osorno.

EXTRATIPS

  • Conversa con tu pareja desde el principio de la relación, pues el otro ya sabe que tú practicas una religión diferente (por poner un ejemplo), pero ambos deben acordar que respetarán la decisión que tome su descendencia, sea cual fuere. Nunca lo hagas sentir que está en el equipo del papá o de la mamá.
  • Valida la preferencia escogida por tu hijo. Si mantiene una posición o creencia distinta a la tuya, no lo ataques ni lo rechaces.
  • Al contrario, hazle saber que su elección no afectará el amor que le tienen como padres.
  • Que el resto de la familia también lo respete. La comunicación siempre será la vía. Habla con su núcleo familiar, en especial con sus hermanos para que estos no se mofen o peleen por la inclinación de su ñaño. Si lo respetan, él también tendrá límites con los gustos e inclinaciones de las demás personas.
  • Nunca menciones la postura de tu pareja como defecto o desventaja, pues indirectamente le estás diciendo a tu niño que ser de ese ‘bando’ es malo o es de perdedores.
  • Forma vínculos de unidad, a pesar de las diferencias. Mira la forma de integrar más a la familia, sea a través de actividades que disfruten todos juntos, como juegos, ver películas, etcétera.
  • No trates de que el niño crea lo que tú piensas. Es más, tú, como formador del menor, debes hacerlo crecer en autonomía y pensamiento crítico.
"Si los padres tienen dificultades en ponerse de acuerdo sobre sus preferencias (de cualquier tipo), el niño lo va a percibir desde el vientre”.Susana Osorno, psicóloga clínica
madre e hija
Si no los obliga a seguir con su creencia, gusto o inclinación, estaría ayudando a sus chicos con su pensamiento crítico.Pixabay
"Que su inclinación no sea por imposición, sino porque hemos influenciado positivamente en ello. El ejemplo cuenta mucho”.Lorena Erazo, orientadora familiar