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Familia

Sé de palabra con tus hijos

Cumple las promesas que le hagas a tus vástagos, incluso las sanciones; esto les ayudará en su crecimiento. En caso de incumplir explícale las causas

Padre e hijo
Conversar con su hijo, siempre será la respuesta para cualquier conflicto.Pixabay

"Mañana te lo compro", "el fin de semana lo hago", frases como estas suelen decirle los padres a sus pequeños. Y estos pueden pasar de ser un superhéroe  a convertirse en Pinocho.

Cuando se falla constantemente en el cumplimiento de promesas, los hijos pierden a los padres como modelos y se deteriora el valor de sus palabras.

Según el psicólogo, orientador familiar y coach, Samuel Merlano, el carácter del menor puede verse afectado por la decepción moral o emocional que le causa la acción de su progenitor, y tornarse irritable, agresivo y tener incluso comportamientos negativos.  

En casos de incumplimiento se deben explicar las causas. "El padre debe ver a los vástagos con respeto, como si estuviera hablándole a un adulto, para que el hijo sienta y observe que está arrepentido por lo hecho y que remediará el daño", sostiene el experto.

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El no dar explicaciones puede afectar a la personalidad de los hijos, afirma el psicólogo Jorge Pazmiño, quien recomienda que lo mejor es sorprender, es decir, hacer algo sin que ellos lo esperen.

Si los padres no reconocen su error están formando una descendencia que se refugie en la mediocridad, pues harían las cosas a medias, carecerían de valores, no tendrían mayores motivaciones, podían ser materialistas y con poca empatía.

También en sanciones 

Así como se debe mantener la palabra en las promesas, también debes hacerlo en las sanciones, pues los chicos te evalúan como cabeza de hogar y tratan de ver si tienes carácter y si ejerces tu autoridad, manifiesta Merlano.

EXTRATIPS

  • Las causas por las cuales los padres rompen sus promesas son: no poner límites en el trabajo, falta de valores en su vida, pensar que a sus hijos no les afectará porque son pequeños, etc.
  • Promete cosas reales y viables, sin crear falsas expectativas. El no cumplir viene a ser igual que el mediano cumplimiento.
  • Las emociones negativas que se generan en los muchachos son frustración, enojo, indignación, decepción, desconfianza, etc.
  • A todos los hijos les afecta, solo que en unos se nota más. En varios casos se llega a la negociación, pero no caigas en extremos, que no se vuelva una manipulación en la que tu hijo se aprovecha de tu sentimiento de culpa.
  • Quien cumple promesas proyecta y transmite confianza, responsabilidad y compromiso.
  • Pide perdón por no cumplir, eso ayuda mucho, pero evita que se haga costumbre.
  • Las promesas suelen ser olvidadas por quienes las hacen, pero son más difíciles de olvidar para quienes las reciben.