Despacito, al desnudo

Al viernes 13 se lo conoce por su “mala suerte” y por ser aquel día en donde no es aconsejable casarse ni embarcarse. Luis Fonsi y Daddy Yankee le dieron la espalda a esta superstición y lanzaron en todas las emisoras y plataformas digitales, la canción Despacito. Desde el viernes 13 de enero, este hit ha ido en ascenso hasta convertirse en un “boom” que ha liderado los principales rankings de música. “La canción es disco platino en Ecuador por sus ventas, además fue la número uno por más de ocho semanas consecutivas, en el chart general de radio del país”, explica Paola Díaz, representante de Universal Music Group en Ecuador. Pero, ¿cuáles son los parámetros que la convierten en un éxito?

“Creo que no existe una fórmula para que algo sea exitoso. La canción tiene algunos elementos que pueden ser lo que la ayudaron a tener mucho éxito”. Esta idea la expone el cantautor y productor guayaquileño, Juan Pablo Alvarado, quien destaca las siguientes características de la canción: patrón sencillo y melodía repetitiva, el carisma y las voces de sus intérpretes, el juego de palabras, sobre todo en el coro “des-pa-ci-to” que es cantado con un poco de retraso en el ritmo. “Yo creo que jugar con todos esos elementos hacen que la canción sea más fácil de asimilar y de aprendérsela”, expresó Alvarado.

La fama de esta canción ha conquistado mercados como el de Estados Unidos, América Latina y Europa, gracias al impulso que tomó con el remix al que se sumó Justin Bieber. A Despacito se la compara con éxitos como la Macarena (1996) y Aserejé (2002), pero cuyos artistas no volvieron a salir en la palestra musical. Este aspecto lo analiza el flautista guayaquileño, Carlos Prado, quien resalta la trayectoria y el profesionalismo de Luis Fonsi. “La canción tiene todo el aval y el respeto musical que le da el nombre de Luis Fonsi”. Prado destaca también otros factores importantes que influyen en el éxito, como la publicidad invertida por parte de la casa disquera; así como el hecho de que no es un tema sexista, sino “light” con ritmo pegajoso.

Pero más allá de la música y la fama de sus intérpretes, se puede también analizar otras estrategias utilizadas. Este aspecto lo descifra Anie Law, relacionista pública del club de fans de Luis Fonsi en Ecuador, quien recalca la sencillez de la palabra ‘despacito’ que se la suele usar en el diálogo cotidiano, lo cual hace que la gente se ‘enganche’ aún más. “Considero también que la fecha en que la lanzaron (enero) también fue importante porque comenzábamos un nuevo año y debía llegar una nueva canción que impacte a todos quienes la escuchen”. Law acentúa también el éxito que tiene esta canción en otros países donde no se habla español. “La música no tiene fronteras y más cuando una canción es pegajosa y te contagia de energía, no necesitas entender la letra, te basta sentir el ritmo de la canción para disfrutarla”.

Despacito también ha servido como carta de presentación de la música latina hacia el mundo. La canción fue interpretada en vivo, por Fonsi y Daddy Yankee, en la final de The Voice USA. Miguel Angel Buri, presidente del Daddy Yankee mundial fans club Ecuador, exalta la importancia en que esta canción hayan participado dos grandes exponentes de la música latina: “Despacito es un éxito sin duda alguna, es una música de ritmo muy pegajoso y con una letra que identifica la sangre latina”.

A pesar de la gran acogida que ha tenido esta canción, eso “responde a la necesidad de las casas disqueras en crear hits que se vuelvan moda”. Así lo analiza, Carlos Terán, productor musical quiteño. Acota que la alta cantidad de usuarios que consumen música de artistas independientes a través de servicios digitales hace que las disqueras traten de crear mega hits como Despacito, con géneros musicales que se vuelven una moda, como el reggaetón. El objetivo -explica Terán, es asegurar gran rotación de estos mega éxitos en medios de comunicación tradicionales, lo cual se traduce en una intensa conversación sobre ellos en medios digitales y redes sociales.