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Buena Vida
A ecuatoriana la despidieron del trabajo en Inglaterra por comer restos de sándwich de atún
El caso, bautizado como 'Sandwichgate', es mediático en el Reino Unido
Insólito. Una ecuatoriana que limpiaba las oficinas del Devonshires, un despacho en el centro de Londres (Inglaterra), fue despedida por la empresa que contrató sus servicios: Total Clean. ¿La razón? Haberse comido un sándwich de atún que había sobrado de una reunión.
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La situación de la mujer de 39 años ha sido denunciada por el sindicato United Voices of the World, que apoya a los trabajadores emigrantes. La organización confirmó que Gabriela Rodríguez se comió un sándwich, que no costaba más de dos dólares. Ella pensó que sobraba el alimento tras un encuentro entre varios trabajadores de la empresa.
Sin embargo, la compañía le comunicó que la despedían por tomar algo que era "propiedad del cliente, sin autorización o excusa razonable".
Por lo que el sindicato manifestó que este caso "está más allá de los límites de lo razonable y la comprensión despedir a un empleado por comerse un sándwich de atún y pepino sobrantes".
300 tuna sandwiches and 100 cans of tuna. That’s what we brought to city law firm, Devonshire Solicitors, to protest the sacking of Gabriela, an outsourced migrant cleaner and UVW member on grounds of "theft" of a £1.50 Tesco tuna sandwich.#tunagate pic.twitter.com/9Z7Cil69Ws
— United Voices of the World (@UVWunion) February 19, 2024
"Ahora entendemos que el privilegio de comer sándwiches sobrantes tal vez no se extienda a la fuerza laboral migrante subcontratada en el edificio", ironizó la organización.
Acorde al rotativo The Mirror, esta situación tuvo a Gabriela muy enojada. Según ella, puso el sándwich en el refrigerador para comerlo después de que terminara su turno.
"Los sándwiches se dejaban en la cocina para el resto del personal cuando terminaban las reuniones de la planta baja, y entendí que tenía derecho a comerlos como alguien que trabajaba en el edificio", dijo.
Algo que pareció extraño a su jefe inmediato, quien consideró insatisfactoria su explicación porque nadie le había ofrecido la comida en la cocina.
Por su parte, el bufete de abogados reaccionó ante esta polémica y mencionó que Total Clean llevó a cabo su propia investigación y la decisión de despedirla "sin influencia de Devonshires"; y es más, la firma no se oponen a que Gabriela asista y trabaje de nuevo en la empresa.
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