Buena Vida
¿Qué se necesita para tener una vida feliz? Harvard responde
La mayorías de los adultos jóvenes, según encuestas realizadas en Estados Unidos, creen que obtener fama y riqueza es esencial para tener una vida feliz.

El estudio comenzó hace 75 años y asegura que el secreto no está en la fama.
La mayorías de los adultos jóvenes, según encuestas realizadas en Estados Unidos, creen que para tener una vida feliz hay que tener fama y riqueza. Un concepto que Harvard decidió investigar, obteniendo los indicadores más importantes sobre aquel secreto de bienestar: las relaciones familiares, entre amigos y parejas.
El estudio de la universidad sobre el desarrollo en adultos (Harvard Study of Adult Development), es un proyecto de investigación que desde 1938 ha continuado de cerca la vida de más de 700 hombres, que en algunos casos incluían a sus parejas. En las indagaciones se entendieron algunos factores sorprendentes, según publica NYTimes. Se hablan de características que proyecta a las personas en su vejez con estados de felicidad o de soledad.
El director del estudio desde el 2003, Robert Waldinger, resumió a pincipios de año algunos de los hallazgos más impactantes de este largo proyecto en una conferencia TED que cuenta con más de cuatro millones de visualizaciones.
“Publicamos nuestros descubrimientos en revistas académicas que la mayoría de la gente no lee”, comentó el Dr. Waldinger, profesor de psiquiatría clínica en la escuela de medicina de Harvard. “Así que en verdad queríamos que la gente supiera que existe este estudio desde hace 75 años. El gobierno nos ha financiado desde hace mucho tiempo y es importante que más gente, además de los académicos, sepa todo esto”, indicó.
La investigación comenzó en Boston en la década de los treinta con dos grupos de hombres muy distintos. En un caso, un equipo de científicos decidió seguir de cerca a estudiantes de Harvard a través de su edad adulta. “Pensaban que en aquel entonces se hacía demasiado énfasis en la patología y que sería muy conveniente estudiar a personas a las que les iba bien en su desarrollo de adulto joven”, explicó el Dr. Waldinger en la charla.
El estudio se realizó a 268 estudiantes de Harvard de segundo año, a quienes se les abordó con entrevistas y exámenes médicos. En los últimos años, el estudio también ha incorporado tomografías, exámenes sanguíneos y entrevistas con sus parejas e hijos.
Al mismo tiempo que comenzó el estudio, un profesor de leyes de Harvard llamado Sheldon Glueck inició el estudio en jóvenes que vivían en los barrios más pobres de Boston, incluyendo a 456 personas. Se trató de un grupo que evadió la delincuencia a pesar de vivir en hogares problemáticos. Finalmente, los dos grupos formaron parte del mismo estudio.
Entre los abordados encuentran personas con profesiones de abogados, doctores, hombres de negocios y hasta un presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy. Algunos se hicieron alcohólicos, tuvieron carreras profesionales decepcionantes o sufrieron de enfermedades mentales.
En estos años, el estudio mostró que para envejecer bien, en cuanto a lo físico, lo más importante es dejar de fumar cigarrillos. Los investigadores encontraron que al envejecer los liberales tenían una vida sexual más activa y duradera que los conservadores. Y además que el alcohol es la principal causa de divorcio entre los hombres del estudio, y que su abuso, generalmente termina en un estado de depresión.
A medida que los científicos analizaron los factores que influían sobre la salud y el bienestar de las personas, encontraron que las relaciones con los amigos, principalmente con la pareja, eran fundamentales. La gente que tenía las relaciones más estrechas estaba protegida contra enfermedades crónicas y mentales, así como pérdida de la memoria, aunque las relaciones tuvieran varios altibajos.
“Esas relaciones buenas no tienen que ser fáciles todo el tiempo”, afirmó el Dr. Waldinger. “Algunas de nuestras parejas que están en los ochenta pueden estar peleando todo el día. Pero siempre que sintieran que en verdad podían confiar en el otro cuando las cosas se ponían difíciles, esas discusiones no causaban estragos en su memoria”, señaló el doctor que habló de varios patrones. La gente que se esforzaba por sustituir a sus viejos compañeros de trabajo por amigos nuevos después de que se jubilaban estaban más sanos y felices que los que invertían menos esfuerzo en mantener sus círculos sociales una vez que dejaban de trabajar.
“Una y otra vez en estos 75 años”, sostuvo el Dr. Waldinger, “nuestro estudio ha demostrado que la gente a la que le va mejor es aquella que se apoya en las relaciones con su familia, amigos y con la comunidad”. El investigador habló sobre la gente que desde un inicio es más saludable y feliz es porque mantiene y crea relaciones, mientras que los más enfermos poco a poco se aíslan socialmente o terminan en relaciones malas.