El espectáculo que Lady Gaga ofreció durante la final del Super Bowl fue el más caro de la historia. 10 millones de dólares costó montar el show del medio tiempo del enfrentamiento entre New England Patriots y los Atlanta Falcons. De ese monto, ni un dólar corresponde a la presentación musical de ‘Mother Monster’, ya que los artistas no cobran su presentación.

La noche del 5 de febrero, la estadounidense marcó dos récords en el descanso de la final del fútbol americano. Además de ser el ‘mid-show’ más caro, fue el primero en contar con un ejército de 300 drones.

Más de cien drones Intel acompañaron a Lady Gaga en un espectáculo de luces y color. Sin embargo, las imágenes de los artefactos voladores no se transmitieron en vivo. Las tomas se grabaron el 30 de enero, por la incertidumbre de las circunstancias climatológicas, aclara Hipertextual.

En el portal especializado en tecnología se explica que si la velocidad del viento hubiera sido demasiado alta o si hubiese llovido con el techo cerrado, nadie hubiese visto el espectáculo. La BBC añade que cada dron tenía una secuencia de vuelo programada y la repitió para ‘pintar’ las imágenes en el cielo con una coreografía sorprendente.

La intérprete de Poker Face abrió la presentación con un mensaje de unidad. “Una sola nación, ante los ojos de Dios, indivisible, para todos”, pronunció sobre el escenario ante millones de espectadores que la seguían a escala mundial. El Super Bowl se trata de la actividad deportiva más vista en Estados Unidos.

Horas antes de su actuación, la cantante se paseó por el césped del estadio con un atuendo formado por un ‘crop top’ y falda mini por delante y con cola por detrás. Todo negro. Durante la caminata, se detuvo para sacarse los tacos y y se sentó sobre la hierba. En ese momento, la parte delantera de la falda era tan corta que a la artista casi se le vio su zona íntima. Sin embargo, lo que los fotógrafos pudieron captar fue una prenda de lencería beige, o color piel.