El dolor de cuello es una molestia habitual que puede afectar la movilidad y la calidad de vida. Se manifiesta con rigidez, espasmos musculares, limitación para girar la cabeza y dolor de cabeza. Suele intensificarse al mantener la cabeza en la misma posición durante períodos prolongados, como al conducir o trabajar frente a la computadora.

Algunas personas también sienten entumecimiento, hormigueo o debilidad en los brazos o las manos cuando hay compresión nerviosa. En estos casos, el dolor puede irradiarse hacia los hombros y la parte superior de la espalda, dificultando las tareas cotidianas y limitando el movimiento de manera significativa.

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Causas del dolor de cuello

Según Mayo Clinic, las principales causas del dolor de cuello incluyen sobrecarga muscular por posturas inadecuadas o movimientos repetitivos, como inclinarse sobre un escritorio, usar teléfonos inteligentes o tabletas durante mucho tiempo, o dormir en posiciones incómodas. Incluso actividades leves, como leer en la cama, pueden generar tensión en la musculatura cervical.

Además, el desgaste natural de las articulaciones con la edad puede formar espolones óseos que limitan el movimiento y provocan dolor. Lesiones por accidentes, latigazo cervical, hernias de disco, enfermedades como artritis reumatoide, meningitis o ciertos tipos de cáncer también pueden ser responsables del malestar. Estos factores afectan tanto a la movilidad como al bienestar general de quienes los padecen.

Prevención del dolor de cuello

Mantener una buena postura es fundamental para prevenir el dolor de cuello, indica Mayo Clinic. Se recomienda alinear hombros y caderas, mantener las orejas sobre los hombros y sostener los dispositivos electrónicos a la altura de los ojos. Ajustar la silla y el escritorio de manera correcta, así como tomar descansos frecuentes para estirar cuello y hombros, ayuda a reducir la tensión muscular.

Otras medidas preventivas incluyen evitar cargar bolsas pesadas sobre un solo hombro, dormir con la cabeza y el cuello alineados con el cuerpo, mantener un estilo de vida activo y dejar de fumar. Elegir almohadas y colchones que proporcionen soporte adecuado también contribuye a disminuir la incidencia de dolor cervical y a mejorar la postura durante el descanso.

Cuándo acudir al médico

Según MedlinePlus, se debe buscar atención médica inmediata si el dolor de cuello sigue a un accidente, caída o golpe fuerte. También es necesario consultar cuando el dolor es intenso, persiste varios días, se extiende a brazos o piernas, o se acompaña de entumecimiento, hormigueo, debilidad, fiebre, dificultad para tragar o respirar.

Otros signos de alarma incluyen dolor que despierta por la noche, inflamación de ganglios, pérdida de control de esfínteres o problemas para caminar y mantener el equilibrio. Estos síntomas pueden indicar afecciones graves que requieren diagnóstico y tratamiento oportuno para evitar complicaciones mayores y preservar la movilidad y la salud general.

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