“Lo que come la mamá, lo recibe el bebé”. La frase, tan común en los primeros días de un recién nacido, suele pronunciarse casi como un ritual familiar. Pero más allá del consejo heredado, encierra una verdad que la ciencia y los especialistas respaldan: en la lactancia, la dieta materna influye en la calidad de la leche y la salud de la madre.

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Lejos de ser solo un recordatorio popular, el principio suele ser explicado por nutricionistas con la misma claridad: la dieta diaria de la madre influye en su energía, su recuperación posparto y la disponibilidad de nutrientes que transmite a través de la leche.

Byron Espinoza, nutricionista de Clínica Internacional, detalla que la lactancia supone una demanda especial para el organismo, ya que la madre “necesita reponer nutrientes, producir leche y, al mismo tiempo, cuidar su salud física y mental”.

Según señala, una dieta variada, que incluya proteínas, grasas saludables, carbohidratos complejos y una hidratación adecuada, contribuye a sostener el proceso de forma equilibrada para ambos.

En Ecuador, las cifras revelan tanto avances como desafíos. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) muestra que el 84,6% de los recién nacidos recibe lactancia materna en la primera hora de vida. Sin embargo, solo el 38,8% mantiene lactancia exclusiva hasta los seis meses, una caída que especialistas atribuyen a la falta de información, acompañamiento profesional y apoyo continuo a las madres.

En este contexto, Espinoza subraya que aún es frecuente que las madres reciban recomendaciones contradictorias o cargadas de mitos. El especialista explica que la mayoría de alimentos no altera negativamente la leche materna, a menos que el bebé presente una reacción particular.

Verduras como el brócoli o legumbres como las lentejas, tradicionalmente señaladas, “no suelen representar ningún problema”, mientras que sí se aconseja evitar el alcohol, moderar la cafeína y tener cuidado con pescados con alto contenido de mercurio.

También advierte sobre el riesgo de seguir dietas restrictivas sin supervisión o consumir suplementos “naturales” sin indicación profesional.

Consejos para la alimentación de madres lactantes

• Proteínas de alta calidad: El nutricionista Espinoza recomienda, durante la lactancia, consumir legumbres, huevos, carnes magras, pescado o tofu para apoyar la regeneración celular.
• Frutas y verduras frescas: Estos alimentos aportan fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales tanto para la madre como para el bebé.
• Grasas saludables: Estas están presentes en el aguacate, frutos secos, semillas o aceites vegetales, y son claves para el desarrollo cerebral del bebé.
• Cereales, carbohidratos y calcio: El especialista recomienda consumir arroz integral, avena, quinua y pan integral, junto con fuentes de calcio como leche, yogur, quesos o alternativas vegetales fortificadas, para proteger la salud ósea materna.

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