La bancada legislativa de la Revolución Ciudadana volvió a encender las alarmas sobre la situación del exvicepresidente Jorge Glas Espinel, asegurando que desde su reciente traslado a la Cárcel del Encuentro, en Santa Elena, no ha recibido el tratamiento médico que requiere. Según los legisladores, su condición física se ha deteriorado de manera acelerada.

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Durante una rueda de prensa realizada este miércoles, 19 de noviembre de 2025, representantes de la RC afirmaron que el recluso no cuenta con el acceso básico a sus medicamentos ni a las condiciones mínimas de bienestar, pese a las medidas provisionales otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

Traslado a un centro penitenciario sin condiciones

Glas fue reubicado el pasado lunes 10 de noviembre junto con un grupo de más de 300 privados de libertad catalogados como de “alta peligrosidad”. Los asambleístas denunciaron que la Cárcel del Encuentro aún se encuentra inconclusa y no cumple con estándares apropiados para acoger detenidos.

La legisladora suplente de la RC Damaris Cáceres afirmó haber mantenido comunicación reciente con el exvicepresidente y aseguró que su estado es “preocupante y humano, no político”. Agregó que la falta de medicación y de una inyección que debe aplicarse regularmente pone en riesgo su vida, dada su condición médica preexistente.

“Su situación es crítica”: denuncia de asambleístas

Cáceres insistió en que Glas no tiene acceso a agua potable, alimentación adecuada ni suplementos necesarios para mantener su estabilidad. Además, recordó que el exvicepresidente padece cálculos renales y otras afectaciones que requieren tratamiento constante.

En la misma línea, la asambleísta Ledy Zúñiga cuestionó que Glas esté siendo utilizado —según ella— como un “trofeo político”, mientras que el legislador Ronald González describió las condiciones en las que duerme: un colchón envuelto en plástico, sin elementos básicos de higiene, sin toallas, sin sábanas y sin asistencia médica oportuna.

Según informó previamente la defensa internacional de Glas, la Corte IDH dictó medidas urgentes al identificar un riesgo real y elevado para su vida e integridad física y mental. Entre las disposiciones ordenadas al Estado ecuatoriano figuran:

• Brindar atención médica, psicológica y psiquiátrica continua.

• Permitir el ingreso de familiares, abogados y médicos particulares.

• Mantener activa la mesa técnica de salud.

• Informar de forma periódica sobre su estado físico y condiciones de reclusión.

Los asambleístas insistieron en que el Estado no ha cumplido con estas disposiciones y advirtieron que la falta de medicinas podría tener consecuencias fatales.

Jorge Glas Espinel mantiene sentencias ejecutoriadas por corrupción en los casos Odebrecht y Sobornos, además de un fallo en primera instancia por peculado relacionado con la reconstrucción de Manabí. Aunque cumple condena, su defensa asegura que el Estado está obligado a garantizar su derecho a la salud y condiciones dignas de reclusión.

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