Lluvias, florecimiento y tradición en Zapotillo
Desde hace algunos años, devotos realizan acto en agradecimiento. Por la pandemia, las autoridades evitaron la concurrencia de personas a los bosques.

El templo de Zapotilllo, cantón de la provincia de Loja.
Las lluvias motivaron el inicio de una tradición en el cantón Zapotillo, Loja. Las precipitaciones que caen cada año entre los últimos días de diciembre y al inicio de enero, dan paso al considerado como un evento único, el florecimiento de los guayacanes.
Estos antiguos árboles que se cubren de flores, las cuales al caer pintan de amarillo extensos territorios de parroquias Bolaspamba, Mangahurco y Cazaderos que atraen a los amantes de la naturaleza, forman parte de la riqueza natural de este cantón lojano.

También se recuerda que el 20 de enero de 1534
se fundó la villa en el valle lojano
A raíz de esta ceremonia, según cuenta el religioso, cuando los pobladores se encomendaban al Santísimo, cada 20 de enero, llovía. Esta fecha quedó registrada como una tradición en Zapotillo.

Este año, con una procesión en la que el Santísimo Sacramento fue paseado por las calles céntricas, se agradeció y pidió a Dios que hiciera caer el agua.
Esta festividad lleva realizándose aproximadamente más de 30 años en el llamado el paraíso tropical, que además de guayacanes tiene otros árboles representativos como tamarindo, algarrobo, ceibos, palmeras y una diversidad de cultivos para los cuales anualmente se clama por el aguacero. (FIR)