Sal y aceite de coco

La sal parrillera o gruesa es el exfoliante ideal para eliminar la piel muerta y facilitar la regeneración de nuevas células. Mezclada con aceite de coco hace la combinación perfecta, ya que sus ácidos grasos, además de ser antiinflamatorios, nutren la piel de los talones profundamente.

Café y miel de abeja 

Los restos de café pasado son efectivos para suavizar los talones y mantenerlos lisos. Al mezclarlos con miel de abeja habrás logrado una combinación que previene los pies secos y agrietados. Por ser un potente antibiótico, la miel crea una capa que protege la piel y mantiene la humedad natural de los pies.

Azúcar y aceite de almendras

El azúcar con el aceite de almendras produce la mezcla perfecta para mantener los pies sanos. El azúcar es recomendado contra la resequedad y grietas poco profundas. Mientras que el aceite le aporta elasticidad a la piel, lo que evita que se cuartee con facilidad.

Arena y aceite de katiré

Aunque es poco conocida su utilidad, la arena de la playa es un exfoliante ideal para las pieles secas y rugosas. Pero para que sea más afectiva se la puede mezclar con aceite de karité, un producto efectivo para humectar las pieles secas.

Bicarbonato y aceite de oliva 

El bicarbonato de sodio exfolia la piel con mucha suavidad, por lo que este tratamiento es ideal para la piel sensible de los pies, sobre todo cuando están secos y agrietados. El aceite de oliva es un poderoso antioxidante e hidratante que los protege de las agresiones externas. Incluso ayuda a calmar cualquier irritación o inflamación.