La casa vestida de verde y rojo, el aroma del chocolate y el olor del pavo recién cocido, regalos bajo el árbol y la visita de tus seres queridos, en realidad, no es tan relajante como se creía. La época navideña puede ser una de las más estresantes. Tener que planificar la preparación de la cena con un presupuesto ajustado y lidiar con los tediosos comentarios de familiares impertinentes pueden convertir esta festividad en, quizá, tus últimos días de vida.

Una investigación, realizada en la Universidad de Melbourne, en Australia, reveló que en diciembre la tasa de mortandad por infartos se incrementa.

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Pero la presión que tienen las personas en esta fecha no solo sería la causa de los fallecimientos relacionados con fallas cardiacas; también esos traguitos que bebes demás y el relleno que repites por tercera vez se transforman en un cóctel mortal. Investigadores del Journal of the American Heart Association revelaron que, en ciertos países, las bajas temperaturas también se sumarían a la lista de verdugos de estas festividades.

“Hay menos acceso a la atención médica durante las vacaciones (Navidad) debido al efecto más pronunciado de las muertes que ocurren fuera del hospital, y el aumento del estrés emocional, los cambios en la dieta y el estrés adicional también son consistentes con los resultados observados“, escribió el doctor Tim Stockwell, investigador de la Universidad de Victoria en Columbia Británica.

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Los estudios indican que el aumento de muertes cardíacas en estas fechas se debe a que las personas deciden aplazar sus atenciones médicas y, en varios casos, ya venían con problemas en el corazón que no fueron detectados a tiempo para que fueran tratados. De acuerdo a la investigación, en Nueva Zelanda durante la Navidad se incrementó hasta un 37 % el riesgo de un paro cardiaco, mientras que en Año Nuevo este era más del 20 %.

En Ecuador, aunque no se tengan cifras específicas sobre las fechas de las muertes, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) recopiló que el mayor causante de muertes en la región son las enfermedades isquémicas, es decir, infartos. En 2018 se registraron 7.862 muertes a causa de esta patología.