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Buena Vida

El soltero quiere aprovechar su vida para sus proyectos personales, viajes y estudios

Dedican más tiempo a realizar proyectos, salen a fiestas, se divierten con amigos, farrean, van a la playa, si hay una fiesta sin planificar asisten: tienen la libertad de escoger sin preguntar a terceros.

Ellos y ellas buscan divertirse, conocer personas y culturas. No todos sienten la presión para llegar a un compromiso.

Aunque cada persona se divierte a su manera, ellos tienen algo en común: dedican más tiempo a ejecutar proyectos, salen a fiestas, se divierten con amigos, farrean, van a la playa, si hay una fiesta sin planificar asisten: tienen la libertad de escoger sin preguntar a terceros. El soltero de hoy aprovecha las oportunidades que le surgen, no necesita pedir permiso a alguien. Sale cuando quiere y con quien quiere, se puede pagar sus gustos y consentirse a su manera.

Además, la soltería, según ellos y ellas, es un tiempo ideal para amarse y conocerse. Hace más de un año que Roberto Vargas está soltero. El joven guayaquileño de 24 años cree estar en su mejor momento porque ha realizado desde ya las cosas que quería de niño. Trabajar, estudiar, escribir libros y publicarlos. Un verdadero compromiso lo buscará cuando tenga 30 años. Mishelle Rodríguez es ingeniera en comercio, tiene 24 años y ya tiene claro lo que quiere: superarse a nivel profesional, ahora está tomando un curso de inglés. También sale con amigas y viaja. Esto, según la psicóloga clínica Beatriz Gómez Sarmiento, psicóloga del Instituto Psicociencia, es porque primero quieren una preparación, buscan mejores oportunidades laborales y, por lo general eligen el trabajo y el estudio por encima de una relación.

Gómez Sarmiento reconoce que los solteros de estos tiempos es un reflejo de que la sociedad es diferente a la de antes. Quieren conocer y elegir con quién pasaran el resto de su vida. Saben que el matrimonio es importante en algún momento pero no de vida o muerte. Esta perspectiva ya no es la misma. Primero quieren prepararse, conocer, optan y buscan mejores oportunidades.

El psicólogo clínico Rodolfo Rojas recuerda que hace 20 años pensar en la soltería se convertía en un problema para la sociedad y la familia, porque se creía que el hijo o hija soltero podría convertirse en un peso económico para el hogar. Aquel pensamiento -sigue Rojas- parece haber cambiado con el tiempo. “En la actualidad se cuestionan los valores de antes, el tratamiento de la época es diferente, casarse solía ser la salvación para muchas familias. Ahora buscan divertirse conocer personas y culturas. No todos sienten la presión para llegar a un compromiso”, concluye.