Buena Vida
¡El tormentoso placer de lucir trajes de fantasía!
No era elección de traje típico, pero algunas candidatas a Reina de Guayaquil padecieron con gusto el uso de coloridos y llamativos atuendos con materiales ecológicos.
Ellas son las candidatas que lucieron los atuendos ganadores. De izq. a dcha. segundo, primero y tercer lugar.
Dicen que la belleza cuesta, pero ser aspirante a la corona de algún certamen de belleza lo es más y las 18 jovencitas que participan en Reina de Guayaquil 2016 lo saben bien. Como en la tradicional elección de traje típico, las aspirantes que participaron en el desfile ecológico lucieron los más vistosos atuendos que a algunas les impedía caminar y hasta respirar con normalidad.
El evento se efectuó la noche del 31 de agosto. Nunca dejaron de sonreir, sin embargo, reconocen que fue complicado y en algunas bellezas ciertos factores no estuvieron a su favor. Natalia Granda lució un traje celeste y flanco con sorbetes, platos y otros accesorios que la asemejaron ‘full’ a una ‘garota’. Tenía adornos en su silueta, cabeza, espalda y en las muñecas. El concepto de su traje diseñado por Jonathan Samaniego buscaba que la gente viera en la candidata un montón de fuegos artificiales que simbolicen la celebración de los 60 años de Reina de Guayaquil.
Caminar por la pasarela fue difícil. El camino vestido de tela blanca, era inestable y el viento soplaba en su contra, tanto que en momentos parecía que la corona de adornos que llevaba puesta se iba a caer.
El vestido de Granda era súper pomposo, ocupaba un tercio del escenario y estrechaba a las otras concursantes.
Para Camila Hermidas no hubo espacio en la fila de aspirantes y diseñadores que se formó para que el jurado observe las creaciones. Como fue la última debió ubicarse casi en el centro de la circunferencia. Llevaba un vestido angelical hecho a base de plumas mudadas de garza y otros elementos. Su atuendo lo complementaba unas alas gigantes y por ratos no dejaba que las otras chicas se vieran. La muchacha de cabellos color sol quedó enamorada de su traje de ángel. Manejar el vestido le tomó varias horas de ensayo y preparación, por eso a pesar de la incomodidad, desfiló sin tropiezos. Otras chicas no corrieron con la misma suerte y por más de una ocasión casi se les enreda al paso.
Junto a las candidatas, 18 diseñadores expusieron su creatividad con los trajes ecológicos. Algunos profesionales y otros amateur como el caso de Melva Campoverde, quien se encargó de diseñar el atuendo de Ana Vivas. Su producto llevaba naipes y muchos CD. Recogió los discos en la casa de su familia y de varios amigos que la apoyan. En tres semanas estuvo listo el vestido. Mientras veía la pasarela, Campoverde recordaba que hace un año también fue aspirante a la corona y la chica que le diseñó su vestido era otra ex candidata a reina incursioba en el diseño.
El vestuario ganador fue el de José Romero que lució Jocelyn Rivera. Hubo seis finalistas, pero las que más impactaron fueron las ‘garotas criollas’. Y aunque algunas iban en paso de tortougas, y cuidadosas de sus creaciones fueron el atractivo del público que a más de uno lograron eclipsar. La gala final del certamen será el 10 de septiembre a las 20h00 en el Palacio de Cristal.