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Buena Vida

Escuchar tantas cosas que te ayudan a ganar o a perder peso, ¡ya no sabemos en qué creer!

¿Comer de noche engorda?

Escuchar tantas cosas que te ayudan a ganar o a perder peso, ¡ya no sabemos en qué creer!

Son muchas las creencias que circulan sobre lo que suma libras a tu figura (o las que restan). ¿Es cierto que si tomo mucha agua voy a adelgazar?, ¿que debo olvidarme de los carbohidratos y las grasas? Conoce las verdades detrás de los mitos más populares. Sin embargo, no todo lo que se dice es cierto, si ingerimos carbohidratos por la noche nuestro cuerpo automáticamente los almacenará como grasa, es que mientras dormimos no vamos a hacer uso de los mismos para realizar ninguna actividad. Para no engordar debes “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”, es una frase conocida por casi todos.

La premisa detrás de esta frase es simple, si quieres adelgazar evita comer demasiado por las noches. Creemos que el problema verdadero no era la hora a la que comes, sino lo que ingieres durante todo el día y lo que hagas durante la semana.

El motivo es simple, para bajar de peso necesitas quemar más calorías de las que ingresan a tu cuerpo a través de lo que te alimentas y bebes.

Para esto existen dos claves a tener en cuenta: 1) aumentar tu gasto energético y 2) consumir menos calorías, combinar estas dos técnicas prácticamente te aseguran el éxito (haciendo las cosas bien). Si cumples con estos consejos no te debe importar lo que comes en el día o en la noche.

Aumento de peso

Lo importante es que las calorías que gastes diariamente sean más de las que consumes. El mito sobre el comer en la noche te hará engordar es falso, en realidad, no hay ninguna prueba que las comidas nocturnas engorden, sin embargo sabemos que consumir muchas calorías causa aumento de peso, sea a cualquier hora del día. Lo peligroso es levantarse en la noche, caminar al refrigerador y buscar un alimento, por ejemplo, un dulce.

Asimismo, el cuento de que comer grasas te hará ganar peso, tu cuerpo necesita tres nutrientes para funcionar: proteínas, carbohidratos y grasas, pero estas últimas deben ser de las buenas, pues son las que se encuentran en alimentos como nueces, semillas, pescado, aguacate, aceitunas y lácteos.

¿Qué hacer?

¡No omitas tu cena!

1) No se trata de evitar, sino de mejorar la calidad de alimentos que ingieres en las noches es de vital importancia, ya que mientras duermes tu organismo se repara, por lo que recibir proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales de buena calidad contribuyen a su correcto funcionamiento.

2) Los carbohidratos por las noches no te engordan siempre, solo hay que consumirlos en porciones adecuadas.

3) Evita la ansiedad, observa tus cantidades y conducta alimentaria después de evitar algún tiempo de comida, como en este caso el de la cena; te darás cuenta que durante el día tu cuerpo pedirá “picar” más y, por lo general, alimentos de mala calidad nutricional (papas fritas, dulces, gaseosas, etc.), lo cual ocasiona que subas de peso.

4) Dormir bien, tener un sueño realmente reparador de al menos 7-8 horas sin interrupciones disminuyen tus niveles de cortisol (hormona producida por las suprarrenales, relacionada con el proceso del almacenamiento de grasa).

La experta

“Mantener períodos de ayuno controlados puede ayudar a disminuir tu porcentaje de grasa, sin embargo, hacerlo sin la guía profesional de un nutricionista calificado y por períodos prolongados puede ocasionar serios problemas metabólicos y su efecto contrario.Lo ideal es no comer después de las 7 u 8 de la noche para asegurar un ayuno de 10 a 12 horas. Además, es recomendable comer al menos dos horas antes de acostarse para evitar una indigestión o reflujo durante la noche”.

María del Carmen Velázquez.

Diplomada de Neuro coaching y Psicoantropología del consumo avalado por Jurgen Klaric.

Miembro vitalicio de la Fundación Reinas de Cuenca .