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Buena Vida

¡Preste atención a su orina!
No se aguante cuando tenga ganas de orinar y evacúe la vejiga después del sexo. Evite infecciones y complicaciones.
Ese ardor, picazón o sensación de incontinencia urinaria son síntomas de que usted tiene una infección en las vías urinarias. ¡Cuidado! No tratarla adecuadamente puede provocarle complicaciones.
En los primeros ocho meses de este año, la coordinación zonal 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) del Ministerio de Salud Pública (MSP) ha atendido 32.567 casos nuevos de infecciones de vías urinarias. En 2018 atendió 62.620 casos.
“La infección en vías urinarias es cualquier proliferación bacteriana que se encuentra en las vías urinarias desde lo que es uretra, vejiga, y las vías urinarias altas que son uréter y riñón”, explica Carlos Iván Poveda, médico urólogo y líder del servicio de urología de hospital Abel Gilbert Pontón.
De acuerdo con el especialista, esta morbilidad afecta más a las mujeres que a los hombres. Esto se debe, explica, a la condición anatómica de la mujer cuya uretra es pequeña. “Estamos hablando de 3 y medio o 4 centímetros de uretra, que es lo que separa al medio externo del medio interno. En cambio la uretra del hombre es mucho más larga”.
También, la cercanía del meato urinario (la abertura, uretra) con la zona del perineo, que está aledaña al ano, por donde se hacen las deposiciones, hace que fácilmente lleguen bacterias hacia la vejiga de la mujer, indica Poveda.
En el hombre es menos frecuente la infección de vías urinarias y por lo general se presenta a una edad madura, después de los 50 años, cuando su próstata ha cambiado de tamaño. Se inflama y eso forma una obstrucción que no permite evacuar la orina por completo.
“Con la edad se produce una patología muy común que es hiperplasia prostática (también llamada agrandamiento de la glándula prostática que puede provocar síntomas urinarios molestos, como el bloqueo del flujo de orina de la vejiga)”.
Clasificación de las vías urinarias
- Vías urinarias bajas: desde la vejiga, próstata, uretra prostática.
- Vías urinarias altas: por encima de la vejiga, corresponde a los riñones.
Las infecciones asimismo varían en gravedad, en simples y graves.
Entre las simples, la más común es la cistitis y entre las más complejas está la pielonefritis, que afecta al riñón.
Síntomas de las infecciones
Los síntomas varían dependiendo del órgano afectado, detalla Poveda:
- Uretritis: el paciente va a tener una sensación de quemadura, ardor, prurito en la uretra y puede tener una secreción en el meato, puede salir unas gotitas de pus.
- Cistitis: se caracteriza porque hay un ardor al orinar, hay frecuencia urinaria, hay urgencia miccional (sensación de no poder contener la orina y tener la necesidad de orinar lo más pronto posible), la gente quiere correr a orinar, porque tiene deseo. Otro síntoma es el dolor suprapúbico (región de la pelvis).
- Pielonefritis: fiebre, escalofríos, dolor generalizado, puede haber disuria (dificultad o dolor al evacuar la orna), el paciente tiene alteraciones en la sangre, va a aparecer una leucocitosis. Muchos de estos pacientes requieren además de un tratamiento antibiótico un poco más prolongado que el usado para las infecciones simples. En algunos casos requiere hospitalización para su tratamiento.
Medidas de prevención
- En las mujeres, el aseo íntimo debe realizarse de delante hacia atrás, pues las bacterias que se encuentran en el colon pueden desplazarse hasta el meato urinario.
- Se recomienda evacuar la vejiga (orinar) cuando se termine el acto sexual, pues el acto de la penetración puede llegar a introducir bacterias.
- Evitar el uso de productos irritantes, como el cloro, pues el producto químico puede causar que le afecte la protección de la barrera natural y quede propensa a infecciones.
- Tomar abundante agua, porque la vejiga, al llenarse constantemente de líquido, de orina que no contiene tanto sedimento, y eliminarlo frecuentemente, hace una limpieza.
- No retener la orina innecesariamente; el rato que la persona desee miccionar, hacerlo.
En el embarazo
La guía práctica clínica del Ministerio de Salud Pública, ‘Infección de vías urinarias en el embarazo’, indica que estas constituyen una de las complicaciones infecciosas más habituales del embarazo y son responsables de un importante porcentaje de morbimortalidad tanto materna cuanto perinatal, especialmente en los lugares de escasos recursos.
El documento explica que las mujeres embarazadas desarrollan de manera fácil infecciones de vías urinarias debido a cambios funcionales, hormonales y anatómicos, además de la localización del meato uretral expuesta a bacterias uropatógenas y de vagina que acceden al tracto urinario.
El doctor Carlos Poveda añade que una infección que lleva mucho tiempo y no es tratada puede complicar la salud de la embarazada, pero sobre todo del feto. Puede provocar aborto, parto prematuro, disminución del peso del niño al nacer, ruptura prematura en membrana. Por ello, la recomendación es realizarse los chequeos continuos y seguir las indicaciones médicas.