Buena Vida
El estado civil podría influir en la salud
Habrá quienes aseguren que el matrimonio no es más que un sinfín de discusiones y malos ratos, otros en cambio señalarán a las mieles del amor como el mejor remedio para todos los males.

Según diversos estudios, las relaciones de pareja pueden influir en ciertos aspectos de la salud.
¿El matrimonio es bueno para la salud? A puesto a que si escuchas esta pregunta no entenderás en qué se relaciona el estado civil de una persona con su condición médica. Habrá quienes aseguren que el matrimonio no es más que un sinfín de discusiones y malos ratos; otros en cambio señalarán a las mieles del amor como el mejor remedio para todos los males. ¿Quiénes tienen razón?
Estudios a favor y en contra de la hipótesis del matrimonio como escudo de enfermedades no son difíciles de encontrar. El estudio ‘La relación ambigua entre matrimonio y salud’, realizado por el sociólogo Matthijs Kalmijn , concluyó que los casados no son más saludables, por el contrario resultaron ligeramente más enfermos.
Para la investigación, utilizó datos de 11.000 adultos recolectados a lo largo de 16 años.
Pero si es bueno para el corazón
Para mostrar las dos caras de la moneda, el estudio realizado por el cardiólogo británico Nicholas D. Gollop indagó en los efectos y la influencia que ejerce el estado civil y la salud cardíaca. “Nos dedicamos a analizar datos de pacientes que habían sufrido ataques cardíacos agudos, porque nos preocupaba que la enfermedad isquémica cardíaca fuera (y aún sea) la principal causa de mortalidad a nivel mundial”, explicó Gollop.
Los resultados —mencionados por diario El Mundo— demostraron que las personas casadas “aumentan en un 14% las opciones de sobrevivir a un ataque cardíaco”.
El profesor de la Escuela de Medicina de Aston en Birmingham (Reino Unido), Pol Karter, también comprobó que el matrimonio efectivamente aumenta las posibilidades de sobrevivir a un ataque. Durante la investigación, casi un millón de británicos participaron en el estudio. Los especialistas encontraron que las posibilidades de sobrevivir aumentaban en un 16% en los sujetos —hombre y mujeres— entre 50, 60 y 70 si estaban casados. El mismo principio funcionó para aquellos que sufrían de diabetes y presión arterial alta.
Hasta este punto todo se presenta en balance, unos argumentan que sí y otros que no, pero hay un factor que todavía no se considera: el divorcio.
Los efectos colaterales que trae consigo una separación pueden ser nocivos y repercutir en la salud del individuo.
Según un estudio publicado por la Universidad de Chicago, en algunos aspectos, la salud se deterioraba con rapidez en personas que habían pasado por divorcios en comparación a quienes seguían solteros.