Buena Vida
¿Conoces la diferencia entre resfriado y gripe?
¿Resfriado o gripe? Aquí tienes las claves para distinguir entre ambas dolencias y 10 consejos para prevenir y aliviar sus síntomas.

Entre las precauciones para ‘escapar’ tanto del resfriado como la gripe están dormir las horas suficientes y comer adecuadamente.
Con el cambio de clima no llegan únicamente intensas lluvias a Guayaquil, las toses, estornudos, mocos y hasta fiebre inundan, junto a las precipitaciones, las calles de la Perla.
Probablemente algún familiar, amigo o compañero de trabajo ha ‘caído’ con estos síntomas y entiendes que debes protegerte para evitar contagios, pero... ¿sabes si de eso que te cuidas es de un resfriado o de una gripe?, ¿conoces la diferencia? El 46 % de los lectores de EXTRA la conoce, el 54 % no, según una encuesta realizada a través de redes sociales.
El doctor Javier Sánchez —citado por Efe Salud— asegura que “la principal diferencia que podemos detectar es que los resfriados cursan sin producir fiebre alta, mientras que en los procesos gripales es normal la aparición de episodios febriles, que llegan incluso a oscilar entre los 38ºC y 40ºC, y que pueden dar origen a situaciones de mayor gravedad. También son propios de la gripe el dolor muscular o el cansancio muy acusado”.
En cualquier caso, y puesto que el tratamiento de estas molestias “es únicamente sintomático”, la mejor opción para evitar sus inconvenientes es la prevención. Antes que nada es necesario entender que la fiebre alta, la tos, los dolores musculares y los dolores de cabeza son más propios de la gripe (y raros en el resfriado); por otro lado, los estornudos, la secreción nasal y el dolor de garganta son más propios del resfriado (y poco o nada habituales en la gripe).
“Precauciones como dormir las horas suficientes y comer adecuadamente, para tener el sistema inmune a pleno rendimiento; evitar los ambientes fríos y lavarnos las manos con frecuencia puede ahorrarnos las molestias y el malestar típicos del resfriado y la gripe”, concluye el especialista. A continuación te presentamos 10 consejos útiles tanto para prevenir estas dolencias como para combatirlas:
1. Descansa lo máximo posible. Dormir las horas necesarias permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.
2. Evita el frío y la humedad. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evita estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas muy frías.
3. Lávate las manos con frecuencia. Hazlo con agua y jabón durante al menos quince segundos, poniendo especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas. También conviene limpiar las superficies de la casa con productos antibacterianos.
4. Incorpora vitaminas y minerales en tu dieta. Las frutas y verduras son fuente de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas. Potenciarlas en tu alimentación te ayudará a recuperarte más rápido.
5. Bebe muchos líquidos. Estos ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta: agua, zumos y sopas no demasiado calientes. Por el contrario, deben evitarse las bebidas alcohólicas.
6. Deja de fumar y evitar los ambientes con humo. El tabaco irrita todavía más la garganta y las mucosas, al igual que respirar el humo de otros fumadores.
7. Haz gárgaras con agua caliente con limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua frente a la leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.
8. Recurre a soluciones salinas o vahos de eucalipto para aliviar la congestión. En el caso de niños pequeños, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico quince minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir, para que puedan descansar correctamente.
9. Consulta al profesional sanitario y evita la automedicación. Es indispensable contar con el asesoramiento del farmacéutico o del médico a la hora de recurrir a antigripales, descongestivos o analgésicos que alivien los síntomas de estas afecciones.
10. Sé responsable con los antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus y no por bacterias, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede provocar que tu organismo se haga resistente a ellos.