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Buena Vida

Las ropa de segunda mano son tratadas antes de salir a la venta. El propósito del ‘slow fashion’ es disminuir la contaminación que provocan la sobreproducción de prendas de vestir.Extra

Slow fashion, la moda que respeta el medio ambiente

La vía rápida de la moda encontró su freno. Ahora la idea de cuidar el medio ambiente y reutilizar piezas se va afianzando cada día más en los compradores.

Una de las industrias más contaminantes va encontrando un freno en el país. En ciudades como Guayaquil y Quito existen negocios vinculados a la moda que apuestan por lo sostenible.

Y es que la idea de cuidar el medio ambiente a través de prácticas como la reutilización de las prendas o la compra de ropa usada se extiende cada vez más entre los consumidores. Se trata de una tendencia denominada ‘slow fashion’ y aunque el término podría sonar algo extraño, su filosofía es simple: su objetivo es “alargar la vida de las prendas”, según la revista Vogue.

Además busca crear conciencia sobre la realidad detrás de cada prenda que podría estar acumulándose en tu armario, como la explotación de los trabajadores de una industria que “sigue siendo la segunda más contaminante del mundo”, según publica Efe Estilo.

Todo se puede reutilizar y nada se debe desperdiciar, es básicamente la premisa que las tiendas —que apuntan a una moda más ‘verde’— emplean al momento de comprar prendas usadas o al venderlas.

En países como Australia, esta corriente ha ganado varios seguidores que se preocupan por la protección ambiental. Ellos dan un paso al frente y crean colecciones eco amigables y reutilizan fibras.

En el caso de Latinoamérica, la ‘fiebre’ por esta tendencia no se hizo esperar: países como México, Colombia, Panamá y Uruguay cuentan con marcas que utilizan materiales orgánicos en la ropa que fabrican, además de comercializar ropa usada.

Si ya existe para qué crear más

Curioso y cierto. Sola basta con darle una rápida mirada a tu armario para descubrir que está lleno de prendas que nunca usas ni usarás... Acéptalo. Esa ropa únicamente ocupa espacio en tu clóset.

La buena noticia es que no tienes que botarlas, tal vez alguien más podría darle una segunda vida a esa pila de camisetas o pantalones. En Guayaquil y Quito, por ejemplo, existen tiendas a las que les interesaría adquirir tus prendas.

Los negocios que comercializan ropa de segunda mano tienen más presencia en el mercado ecuatoriano en la actualidad. Y hay varias opciones: tiendas físicas y virtuales se han popularizado en el país.

Todo se trata de cambiar la visión sobre la ropa. “Es más un estilo de vida”, como lo señala Paula Ceballos seguidora del ‘slow fashion’ y copropietaria de ‘Armarium’, una tienda online que ofrece ropa de segunda mano y pequeñas marcas de fabricación artesanal.

Ella piensa que también se debe apostar por las prendas de fabricación artesanal para ayudar al mercado. En cuanto a romper el estigma sobre la ropa usada, ella y su socio, Charvel Chedraui, comparten idea “darle la vuelta a la ropa” y ganar dinero en el proceso.

Cómodos precios, orden y buena calidad es lo que quieren transmitir en a sus clientes. Ellos explican que todas las prendas son procesadas antes de salir a la venta, y cualquier falla es corregida. “La aceptación es de lado y lado, quien quiera comprar y quien quiera vender”, señaló Ceballos.

Pero ellos no son los únicos. En Guayaquil, La Rotonda y el centro comercial Albán Borja son dos de los sitios donde se comercializan piezas de segunda mano en locales como ‘Hallados’, cuyo objetivo es vincular el reciclaje con la moda.

En Quito la cadena de tiendas ‘Amigui’ se especializa en compra venta de ropa usada. Ellos poseen seis tiendas físicas y dos centros de acopio donde reciben la ropa que quieras vender. “Compartimos la idea de que un negocio debe generar rentabilidad, pero también valor económico, social y ambiental”, es como describen su negocio en su sitio web.