Buena Vida
Gino Molinari: “Me da lástima la televisión nacional”
El experto culinario dice que los ‘talentos’ en su mayoría son mediocres e incultos.
Gino Molinari gusta mucho de conversar con personas cultas.
Tras años de ausencia del radar de la pantalla chica encontramos al recordado chef Gino Molinari, quien sin pelos en la lengua confesó no quitarle el sueño el estar lejos de la TV.
¿La razón? Asegura que cada día la calidad de los presentadores es peor. “Me da lástima y asco ver la TV ecuatoriana, es mediocre, por el nivel de programas, por la cantidad de incultos que trabajan como comunicadores”.
Él considera que a algunos animadores les falta muchísima preparación y roce, “capaz muchos no saben ni cómo se escribe la palabra libro, seguramente escriben con faltas ortográficas y eso que esa palabra no lleva tilde”, expresó el profesional.
El experto culinario, además, revela que no enciende hace 3 años el televisor de su casa debido a que prefiere consumir series por Youtube.
Para Molinari son pocos los buenos presentadores o personas talentosas. “Carla Sala, Tania Tinoco, Eduardo Andrade y para mí no existe mejor animadora que Gabriela Pazmiño de Bucaram”, puntualizó.
Indignado y con tono serio, el inolvidable cocinero asevera no gustarle la farándula criolla. “No me interesa para nada, no me aporta en nada, no me entretiene, son mediocres totalmente”, enfatizó Molinari.
En el plano sentimental, asegura ser amado por sus familiares y su gente, aunque confiesa que “no he tenido suerte en el amor de pareja, me he encontrado con personas vividoras”.
Agregó ser un hombre retirado, pero le enamora una persona culta. “A mí la inteligencia me seduce, sea hombre o mujer, y si va de la mano de una vida espiritual, mejor”.
Hace 24 años él lucha contra la diabetes, enfermedad que le ha dejado muchas secuelas, entre esas pasear en un centro comercial en silla de ruedas. “Me han dado 7 isquemias microcerebrales, me amputaron los 5 dedos de mi pie izquierdo, mi última operación fue hace 6 meses”, reveló Molinari, quien a pesar de las adversidades no pierde la fe en Dios.
Los años no pasan en vano y este culto profesional manifiesta no temerle a la muerte. “Me gustaría morirme en mi cama, cama que le regalé a Sharon una vez que me visitó en mi hogar, y le dije: cuando muera te la dejo, pero ella me respondió: no Gino porque yo moriré primero”, finalizó.