Anthony Joshua sobrevive a brutal accidente que dejó dos muertos en Nigeria

Anthony Joshua ha peleado contra gigantes, ha caído y se ha levantado frente al mundo entero. Pero esta vez, el rival no tuvo guantes ni campana. Fue el asfalto ardiente de la autopista Lagos-Ibadán, en Nigeria, el que puso a prueba la resistencia del ex campeón mundial de los pesos pesados.

El rugido no fue del público, sino del metal retorcido. El Lexus SUV en el que viajaba Joshua, ubicado en el asiento trasero, impactó violentamente contra un camión estacionado. Las primeras hipótesis policiales apuntan a un posible reventón de llanta o exceso de velocidad. El resultado fue devastador: dos personas perdieron la vida en el lugar, mientras el vehículo quedó reducido a escombros.

Minutos de terror

Mucho miedo en la pista

Entre vidrios rotos, airbags explotados y un silencio que helaba la sangre, emergió la figura de “AJ”. No con los brazos en alto, sino sostenido por rescatistas, visiblemente dolorido, pero consciente. El boxeador británico-nigeriano sufrió heridas leves, una fortuna impensable ante la magnitud del impacto.

Las imágenes recorrieron el mundo como un impacto al corazón: Joshua saliendo del auto destruido, con el rostro serio, entendiendo que esta vez la victoria no se medía en cinturones, sino en estar vivo. El hombre que ha resistido golpes de Klitschko, Ruiz y Usyk, sobrevivió al combate más inesperado.

El accidente no solo enluta a Nigeria por las vidas perdidas, sino que deja una reflexión profunda: incluso los atletas más fuertes son frágiles fuera del ring. Joshua volvió a ganar, sí, pero esta vez fue contra el destino. Y no hubo celebración, solo agradecimiento por una segunda oportunidad.