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Barcelona, festejar sin triunfo o ganar por primera vez
El primer partido lo ganó el ídolo 1-0 en el Monumental y lo que se viene servirá para darle más color a este encuentro. Hay detalles que seguro van a cambiar, a pesar de ser amistoso.

El primer partido lo ganó el ídolo 1-0 en el Monumental y lo que se viene servirá para darle más color a este encuentro.
Nunca antes un torneo amistoso tiene tanto ‘morbó’ como la final de la Copa Alberto Spencer. Y por un solo detalle... Barcelona nunca ha ganado a Liga de Quito en el estadio Rodrigo Paz Delgado y el domingo desde las 17:00 se enfrentan.
El primer partido lo ganó el ídolo 1-0 en el Monumental y lo que se viene servirá para darle más color a este encuentro.
Hay detalles que seguro van a cambiar, a pesar de ser amistoso.
Si la Copa es de Liga
Llega en desventaja de un gol, pero de ganar y quedarse con el trofeo esto se hace real:
1.- La supremacía blanca seguirá hasta en los amistosos.
2.- Los amarillos no se pueden llevar un trofeo del estadio Rodrigo Paz.
3.- Cuerda para que los hinchas de los demás equipos molesten a los de Barcelona. Aquí los ligados y emelecistas tienen para hacer la fiesta con sus bromas.
4.- Los amarillos no celebran ni los amistosos en terreno Albo.
5.- La frase de Edison Realpe, jugador Albo, en el promocional del partido quedará grabado en los hinchas: “Ahora jugamos de locales, Casa Blanca se respeta”.
Si Barcelona levanta la Copa
Los canarios necesitan solo empatar para poder quedarse con la Copa Alberto Spencer.
1.- A los amarillos les favorece solo el empate para quedarse con el trofeo.
2.- Podrían tener la Copa sin ganar. Eso también serviría para la gozadera de las hinchadas.
3.- De triunfar el equipo de Leonardo Ramos, sería la primera vez. Pero como es un evento amistoso, ese sería el ‘pero’.
4.- Quienes más disfrutarían de ganar la Copa Alberto Spencer, serían los hinchas con sus memes.
5.- Sea cual sea el resultado, el que más ha ganado es el entrenador amarillo; ha rescatado al defensa Roosevelt Oyola y el olfato goleador de Ángel Quiñóñez.