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90 minutos para consagrarse
Barcos-rodríguez y dinenno-castillo comandarán la ofensiva de un duelo que necesita que se vistan de héroes. Mantener y romper la racha de Ponciano será prioridad de ambos.
Hace ocho años (desde que se juega con el actual formato de campeonato) que los enfrentamientos entre Liga de Quito y Barcelona, en Ponciano, son el escenario perfecto para encontrar a un héroe de uno u otro lado.
Para el cotejo del domingo 29 de abril (12:30), que podría trazar el camino al liderato indiscutido del torneo local, existe una dupla de cada bando que se perfila para quedarse con el cartel de protagonista.
Los albos, locales al acecho del puntero, tendrán como cuota ofensiva a Hernán Barcos y Gastón Rodríguez, quienes mantienen en sus pies la oportunidad de contener el invicto que data hace 21 años el Rodrigo Paz, en duelos ante los toreros.
El Pirata, delantero que ha convertido seis goles en diez partidos con el equipo albo esta temporada, está consciente de la estadística que deben cuidar, pero además aseguró que “ganando o perdiendo” nada estará escrito, debido a que “aún faltan partidos por disputar”.
El promedio anotador de Barcos no es lo único que encierra el contexto de este enfrentamiento, sino también sus indirectas hacia el plantel torero. La última de ellas, el lunes pasado.
“Lo que dije a inicio de año fue porque era verdad, el único campeón es Liga, duela a quien le duela. Liga es el único que ha ganado internacionalmente”, apuntó el argentino-ecuatoriano, quien deberá controlar esa euforia dentro del campo, porque en caso de que lo amonesten, se perderá la revancha en el Monumental por acumular su quinta amarilla.
Jugando detrás de él está Gastón Rodríguez, uruguayo que ha sabido complementarse con el Pirata y ganó un lugar en la alineación titular de Pablo Repetto. Si bien ha convertido dos dianas tan solo, estuvo presente en nueve cotejos con los albos, de los cuales ganaron ocho.
Del otro lado de la cancha, con los canarios, Juan Ignacio Dinenno intentará reafirmar su racha de seis jornadas consecutivas anotando al menos un gol y, sobre todo, romper con el conjuro que no deja tranquila a la fanaticada amarilla.
El exjugador de Deportivo Cuenca es el que mejores números (de los tres otros atacantes) registra de cara a este enfrentamiento, con un promedio de una anotación cada 83 minutos.
En un partido que se ha definido en los últimos minutos en varias ocasiones, Dinenno se sentiría cómodo, teniendo en cuenta que ya pudo doblegar el arco de sus rivales de manera agónica en dos ocasiones, ante Universidad Católica y Guayaquil City. Ambas al minuto 90.
Después de Juan Ignacio está Érick Castillo, extremo que evolucionó en media punta y supo aprovechar sus cualidades naturales en favor del club: potencia y explosividad.
La regularidad de la Culebra, con movimientos constantes detrás del delantero, favorecen en el abastecimiento al único referente ofensivo que alinea Guillermo Almada, convirtiéndose en uno de los principales asistidores del club.
Barcos ya vacunó a Banguera
Hernán Barcos, durante su ciclo 2010-2012 en Liga de Quito, ya le convirtió goles a Máximo Banguera en encuentros disputados en el antiguo Casa Blanca.
En su primer año, anotó el tanto de la victoria (2-1) con un potente remate de media distancia. Luego, la temporada siguiente, se encargó de sentenciar una goleada (3-0) con un cabezazo.
Otros que destacaron
Entre los cotejos que acumulan ambos clubes desde hace ocho años, jugadores de todas las posiciones han sabido salvar o sentenciar un resultado. En 2012 y 2014 les tocó a los defensores.
Durante el primer año, el 29 de abril, los canarios caían por 2-1 hasta el minuto 60, hasta que el zaguero Frickson Erazo igualó el compromiso y rescató un punto en la visita a Quito.
Ya en 2014, fue el turno de Koob Hurtado, quien se encargó de completar la remontada para Liga con un gol de tiro libre al minuto 56, luego de que los guayaquileños estuvieran por arriba (0-1) en el marcador, con un tanto de Matías Oyola.
También fueron protagonistas
El fútbol es de momentos y de oportunidades. Esto se refleja en la continuidad que tiene un deportista y para ejemplificarlos, es necesario mencionar a Damián Díaz y Michael Arroyo, quienes ya se llevaron los aplausos en Ponciano. Ahora serán suplentes.
Ambos atacantes canarios, que hace cinco y seis años, respectivamente, fueron grandes protagonistas en duelos que terminaron con resultados similares (2-2).
En 2012, Barcelona llegó igual de motivado que como lo hará este domingo. En ese momento, los toreros llevaban cuatro fechas invictos en la segunda etapa y ya se habían proclamado ganadores de la primera. El Kitu, con dos jugados casi calcadas, ponía a ganar al Ídolo, a pesar de que al final terminaron por igualarles en el marcador.
Similar situación ocurrió con Gambetita en 2013, quien convirtió desde el borde del área y de penal, para rescatar un empate en Quito, cuando Gustavo Bou había conseguido un doblete para poner a ganar a los locales.