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Las entradas para el encuentro se venden en las afueras del estadio Bellavista de AmbatoHenry Lapo

Fanáticos de Barcelona pagaron en varias casas de Ambato para mirar el encuentro

Los seguidores canarios buscaron lugares cercanos al estadio para mirar el partido de su equipo ante Mushuc Runa

La cantidad de hinchas que llegó hasta Ambato agotó las entradas del partido con varios días de anticipación. A pesar de eso, los seguidores ‘canarios’ buscaron maneras para mirar el partido de su equipo ante el Mushuc Runa.

Algunos trataban de buscar ubicaciones en bares o locales comerciales cercanos al estadio. Otros, en cambio, se quedarían en los puestos de comida para escuchar la radio pero los más arriesgados buscaron terrazas cercanas al escenario para mirar el enfrentamiento.

Uno de los distritos de la Sur Oscura Quito llegó temprano al Bellavista. Al ver que no consiguieron entradas, se acercaron a un domicilio para hablar con el dueño y permitirles subir a la terraza. El propietario estaba dudoso, pero luego lo vio como un negocio redondo ya que cobró cinco dólares por persona.

En su pequeño espacio ingresaron veinte personas. Desde lo alto, una de las líderes de la agrupación explicaba: “todo hacemos por el equipo, no nos importa si debemos subirnos a las paredes del estadio o ingresar a la fuerza. Pero vimos como buena idea estar aquí desde la terraza viendo todo el partido”. La vista no era de las mejores. Se veía un 80 por ciento de la cancha, pero los arcos era lo que más importaba a los seguidores.

“Estamos más cómodos, colgamos las banderas, los trapos y ahora estamos buscando tablas para ponerlas como bancos. Todo con mucha seguridad ya que estamos muchas personas aquí”, afirmaba otro de los fanáticos. La idea se regó por varias calles. Algunos colocaban carteles para ofrecer sus terrazas y sacar algo de ganancia. Todos querían apoyar al ídolo del Astillero de alguna manera. Otros seguidores en cambio rodeaban el estadio para mirar alguna posibilidad de treparse los muros.

“Si es posible hacemos eso, estamos buscando una escalera para ver si nos sentamos en el borde del muro y mirar el partido”, afirmó un seguir del distrito Mano Negra, de la barra amarilla. Los seguidores llegaban en caravanas, en buses, carros particulares. Raúl Montoya, es seguidor torero y viajó junto a cincuenta personas desde Guayaquil. “Viajamos desde la madrugada, fueron seis horas de viaje en plena lluvia y neblina, pero aquí estamos apoyando al equipo. Estoy cerca de entrar junto a la barra y eso es bueno. Ojalá todos los muchachos ingresen y puedan apoyar al club, porque esta tarde festejamos”, finalizó.