No existe una fórmula universal para calcular el precio de un futbolista. Pero sí son muchas las variables que influyen para fijar el valor de un jugador en el mercado. La juventud, nacionalidad y la posición son los factores que más peso tienen en la oferta.

La escala es lógica. Mientras más cerca del gol, más costoso el jugador. Los volantes y defensores también pueden valer millones, pero siempre se opta pagar más por delanteros.

Un ejemplo claro está entre los 10 jugadores más rentables del planeta. De la decena, solo uno, Paul Pogba, es volante, y el resto son atacantes. Así lo registró el Centro Internacional de Estudios del Deporte, una entidad suiza.

“Cada futbolista tiene su costo individual y depende de las circunstancias. Pero los más cotizados son los jugadores de ataque”, asegura José Chamorro, representante de varios futbolistas ecuatorianos, como Miler Bolaños, Michael Arroyo (ambos en Gremio de Brasil) y Jaime Ayoví (Beijing Renhe, China).

En diálogo con Diario EXTRA, el empresario también otorga gran influencia a la juventud, al club en el que fue formado el deportista y si ha sumado minutos en su Selección Nacional.

Todas las variables juegan a favor o en contra del precio final que lo determina el club. La repercusión mediática también juega un papel fundamental y muchas veces es gran responsable de un fichaje.

La especulación asimismo reina en las transferencias. Es decir, el ánimo de lucrarse elevando los precios sin razón.

“Sí, la especulación existe en este negocio como en cualquier otro y le hace daño al fútbol”, indica Chamorro. El guayaquileño cuenta que en nuestro país muchos clubes fijan precios altos a jugadores que en realidad deberían tener costos accesibles. No dice nombres, “por respeto”.

“Hay equipos que pagan tres mil dólares mensuales a un futbolista y luego piden tres o cuatro millones para venderlo. Eso no tiene relación, por eso les cuesta exportar jugadores, piden cantidades que no deberían”, afirma José sobre la irregularidad.

Para Gonzalo Córdova, empresario español que se encargó de la transferencia de Joffre Guerrón a Getafe en 2009, “el futbolista al final vale lo que se paga por él”.

Según él, los criterios principales para definir el valor de un futbolista son su rendimiento y la demanda.

“Cuando se abre una especie de subasta, en la que algunos clubes se pelean por fichar a un jugador, el precio del mismo tiende a incrementarse”, cuenta el intermediario.

La nacionalidad pesa

Si es nacido en Brasil costará más tenerlo. La historia futbolera del país sudamericano lo avala. Sus cinco Copas del Mundo y la calidad que sus jugadores han certificado alrededor del planeta hacen que de entrada su precio sea elevado.

Prueba de ello es la extravagante compra del Real Madrid, en mayo pasado. Pagó $45 millones por Vinicius Júnior, un delantero de 16 años que no ha disputado más de 3 partidos en primera división con el Flamengo, donde estará hasta 2018, para luego viajar a la capital española.

El carioca deslumbró en el último Sudamericano sub-17 de selecciones jugado en Chile, el pasado marzo. Allí fue campeón y goleador. Para los merengues, la negociación significa asegurarse una perla.

Asimismo, Juventus de Italia pagó $10 millones por el volante uruguayo Rodrigo Betancour, quien tiene 19 años y llegó procedente de Boca Juniors. Para muchos, algo precipitada la transferencia. Para Chamorro y Córdova, “si hay quién pague, el valor no es exagerado”.

El juego de los medios

Los medios de comunicación también juegan un papel influyente en los ‘sube y baja’ de precios. Los jugadores más difundidos por su rendimiento pueden elevar más su valor. Los empresarios llaman a esto: factor mediático.

“En Argentina pasa que un joven juega dos partidos y ya parece una figura mundial. Eso hace que se creen expectativas y claro que aumenta el costo del jugador”, indica José Chamorro.

El caso de Felipe Caicedo

“Felipe Caicedo tiene precio de europeo”, comenta el empresario oriundo de la Perla del Pacífico, quien representa al futbolista. Aquella frase la dice con seguridad y argumenta que por haber emigrado desde muy joven, el delantero tricolor tiene un precio elevado para nuestro medio, pero común en el Viejo Continente.

‘Felipao’ viajó a Suiza cuando tenía 16 años, donde vistió la camiseta de Basilea. Allí fue uno de los goleadores en su primera temporada, algo que lo fijó con un coeficiente de juventud altísimo.

¡Pilas con esto!

Mercado de pases

El libro de transferencias de la Federación Ecuatoriana de Fútbol inició el pasado 6 de julio y se cierra el próximo 3 de agosto.

Especulación

Los clubes fijan el precio de un futbolista. Si hay muchos equipos interesados en él, los dueños de su pase elevan el costo a su gusto.

Coeficiente de juventud

Es un criterio para definir el valor de un futbolista. Mide el potencial al que podría llegar un jugador joven. Los clubes buscan comprar ‘pelados’ y venderlos a más precio luego.

El Mundial

La Copa del Mundo es la mejor vitrina para un futbolista. Es un torneo para comparar jugadores de varias posiciones.