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Cada semana los jugadores se despedían de los presidentes que llegaban al club.

El descenso los destrozó

Ernesto Guerra, exjugador y entrenador del Deportivo Quito, se quedó en silencio detrás del teléfono. Recién se enteraba de la pérdida de categoría del equipo por no cancelar deudas hasta las seis de la tarde del pasado viernes.

El ‘Trompudo’, como se lo conoce, tartamudeaba, trataba de formar una oración completa para expresar esta situación que deja el equipo ‘chulla’ a un paso de desaparecer.

“¡Ay Dios Mío!”, logró exclamar Guerra para continuar con el diálogo. Explicaba sus orígenes, de la placa de fundación del club que se encuentra en casa de su hermana en la Plaza del Teatro, en pleno centro de la capital. “Me da una pena porque el equipo pierde la categoría, no por fútbol, sino por malos manejos, es decir pierde en mesa. Siento una tristeza muy grande y creo que todo el país está consternado porque un equipo tradicional podría desaparecer. Estoy muy indignado”, expresó.

“ES UNA PESADILLA”

Guerra aún no lo creía. No salía del asombro. Pidió algunos minutos para enterarse a través de las redes sociales de la noticia que se oficializó a través de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), la página del Deportivo Quito y la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha.

“Estos momentos no son de llanto, de preocupación. Para mí es sorpresivo, ya que una institución como el Deportivo Quito pudo descender. Esperaba que sea una pesadilla, algo de no creer. Para mí es como si falleció un ser querido”, decía aturdido.

“NO DEBERÍA DESAPARECER”

Campeón con los ‘chullas’ en 1967 y 1968, jugador por varios años y hasta dirigente, Guerra recordaba los años de gloria del club.

Ahora ve cómo el equipo de sus amores entró en una agonía lenta, rumbo a desaparecer y quedarse en el recuerdo de cientos de hinchas que esperaron cuarenta años alcanzar un título nacional.

“Todos estos acontecimientos nos van a marcar siempre. Se debe hacer una convocatoria ampliada. No sé si hay solución, muchos dicen que el equipo desaparecerá, pero yo pienso que un equipo con el nombre de la ciudad no debería desaparecer. debemos resurgir como el Ave Fénix”, precisó.

“FUE UN GOLPE”

Manejaba su vehículo rumbo a su domicilio escuchando una emisora deportiva, cuando la noticia lo dejó sin reacción. Subió el volumen para escuchar con atención.

“Es oficial, Deportivo Quito pierde la categoría...”, exclamaba el locutor de radio.

En ese momento, Geovanny Arias, exjugador del plantel quiteño en la década del ochenta y que ahora se dedica a la dirección de las categorías formativas en la institución de sus amores.

“Para mí fue un golpe duro, estaba manejando, me quedé desorbitado, aún no asimilo que esté en segunda categoría. No hay palabras para expresar lo que uno siente como exjugador, como director de las inferiores. Es una gran tristeza”, decía aún consternado.

GENTE SERIA

Arias, quien inició su carrera deportiva en 1981, explicó que en el club nunca hubo gente seria para tomar las decisiones correctas.

“Luchamos contra muchas cosas, la plantilla actual jugaba por amor a la camiseta, sin esperar nada de ningún dirigente. Ahora yo creo que, si volvemos, tiene que estar una persona comprometida con la institución para devolver al equipo a la serie A”, finalizaba.

Los hinchas sufren. A través de las redes sociales expresan sus sentimientos. La frase de “Me verás volver” se convirtió en mensaje de optimismo, de esperanza para los seguidores del único equipo que lleva el nombre de la urbe.

Ernesto y Geovanny tratan de contener las lágrimas. Quieren ser fuertes ante sus familiares. (DC)