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La soledad invade el complejo del Deportivo Quito

La mañana de este lunes 12 de septiembre las instalaciones permanecieron deshabitadas. Algunas personas realizaron limpieza.

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La mañana de este 12 de septiembre, el ambiente en el sitio de entrenamiento ‘chulla’ era desolador.René Fraga

Un perro desnutrido era el único habitante dentro de la cancha del complejo de Carcelén. Hasta el pasado viernes 9 de septiembre, el sitio estaba ocupado por los jugadores del Deportivo Quito. El animal recorría cada rincón tratando de buscar a alguno de los jugadores que todos los días lo saludaban, pero solamente encontró soledad. El can que vive en el lugar desde hace un año, caminó hacia las habitaciones para ver si alguien lo recibía o acariciaba pero sin fortuna.

La mañana de este 12 de septiembre, el ambiente en el sitio de entrenamiento ‘chulla’ era desolador. Baños, dormitorios, cuarto de utilería estaban cerrados. La cancha esperaba con ansias a los futbolistas para entrenar, pero únicamente estaban los arcos movibles, tirados en el suelo.

Al interior del complejo, cuatro personas conversaban entre sí sobre la noticia de que el equipo perdió la categoría. Recordar la noticia del pasado viernes humedecía los ojos de Margarita, una de las secretarias del club. Ella evitaba conversar, no quería topar el tema para no llorar y hacer algo de ruido en la concentración quiteña. Para calmar la mañana, prendió la televisión de la oficina donde reposan los trofeos del club. En una vitrina están los del 2008 y 2009. Su color ya no es el de hace varios años, ya no tiene brillo, algunas piezas desaparecieron. Otros, en cambio, están llenos de polvo.

Ramón Chiriboga, kinesiólogo del club, refleja tristeza. Su rostro arrugado intenta esconder la pena que siente por el descenso de categoría de su equipo. Con el uniforme de la ‘AKD’ camina por los pasillos con la esperanza de encontrar a algún jugador. ‘Ramoncito’, como se le conoce, trabaja 64 años en la institución capitalina. Fue parte de los cinco campeonatos del club. Él Revisa el periódico para conocer más sobre el descenso y es imposible no suspirar. Se levanta de su silla, ubicada cerca de los dormitorios donde durmieron jugadores históricos como Martín Mandrá, Iván Hurtado, Luis Fernando Saritama.

Dentro de los cuartos hay camas vacías, basura, platos sin lavar, ropa que lvidaron los tres futbolistas que vivían en el complejo. Los empleados de limpieza trataban de dejarlo impecable, con anhelos de mirar a los deportistas el próximo martes. Hasta ese día hay licencia para decidir sobre su permanencia en el club.

Varias fundas de basura, zapatos de fútbol rotos, ropa sucia que se mezcla con el olor del baño, era parte del ambiente. La falta de servicios básicos es un problema mayor, según explica Mario Oña, uno de los colaboradores del complejo. Hace varios meses el club no contaba con suministro de agua por falta de pago. En las próximas horas se cortará el fluido eléctrico.

El complejo de Carcelén quedará abandonado en las noches. El riesgo de robos y saqueos preocupa a los empleados, por si se lleven las pocas cosas de valor que hay: televisores, computadores y las fotografías de los jugadores, ese tesoro que inmortaliza las alegrías al equipo quiteño que se niega a desaparecer.