Aunque El Nacional informó la noche del miércoles 10 de diciembre sobre su descenso administrativo a la Serie B, hasta ahora no existe una notificación oficial de la Federación Ecuatoriana de Fútbol que confirme dicha sanción.

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Ante la consulta elevada por la LigaPro, la Ecuafútbol respondió que el club mantiene vigentes dos sanciones por atrasos en pagos, que derivaron en la pérdida de seis puntos, y que un tercer castigo, cuya apelación fue rechazada por la institución militar, aún no ha sido formalizado. 

En el documento remitido al ente rector del torneo se precisa que, hasta el momento, no se ha emitido resolución alguna por parte de los órganos judiciales de la FEF que sancione a El Nacional con la pérdida de categoría o le impida disputar sus compromisos.

Una vez que la negativa de la apelación sea oficialmente notificada a la Comisión de Disciplina, será este organismo el encargado de comunicar la sanción máxima que, de acuerdo con la normativa federativa, correspondería al club: el descenso administrativo. Mientras ese proceso no se complete, El Nacional está obligado a cumplir con el calendario de la LigaPro 2025.

En ese contexto, se mantiene la programación del partido ante Emelec, previsto para el lunes 15 de diciembre, a las 19:00, en el estadio George Capwell, correspondiente a la novena fecha del segundo hexagonal final. 

El cuerpo técnico del Rojo, liderado por Juan Carlos Pérez, informó el viernes 12 de diciembre a los jugadores que deben presentarse para dicho compromiso. Ese mismo día, el plantel optó por compartir una parrillada como forma de distender el ambiente frente a la compleja situación institucional.

La FEF también confirmó que los puros criollos cancelaron un monto de 27.000 dólares, con lo cual quedaron habilitados para disputar el encuentro ante el Bombillo.

En busca de soluciones para El Nacional

En paralelo, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas analizó el escenario del club y resolvió que el general Nelson Proaño asuma la conducción de El Nacional en caso de concretarse la renuncia del presidente Marco Pazos. 

La medida apunta a iniciar un proceso de reorganización institucional que permita afrontar la crisis económica y evitar que sus efectos se profundicen de cara a la temporada 2026, cuando el club debería competir en la Serie B.

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