Cuando Martín Alejandro Pineda Sánchez tenía apenas cinco años perdió a su padre, el abogado Eduardo Pineda. Aquel vacío marcó su vida, pero también encendió en él una chispa que con el tiempo se transformó en fuego.

Desde pequeño admiró a Sylvestre Stallone. Con 22 años, ese niño que alguna vez soñó con ser fuerte como su héroe de cine, en la película Rocky, es campeón nacional y vicecampeón sudamericano en la categoría Men’s Physique Junior.

El camino no fue fácil. “Mi padre dejó una huella muy grande en mí”, recuerda. Tal vez por eso, cada entrenamiento se convirtió en una forma de honrar su memoria.

A los 13 años ya pasaba horas en el gimnasio, admirando los músculos de Stallone y soñando con subir algún día a un escenario. Pero su verdadera inspiración no solo vino de Hollywood: vino de casa.

Su hermano Bryan Eduardo fue su primer modelo real a seguir. “Siempre lo admiré en sus entrenamientos —cuenta Martín—. Él me mostró que con disciplina y sacrificio se puede transformar el cuerpo y también la mente.” Esa admiración se convirtió en impulso, y el impulso en un estilo de vida.

A los 15 años empezó a competir

A los 15 años participó en su primera competencia de fisicoculturismo. Desde entonces, nunca se detuvo. En 2022 logró su primer gran título: Mister Tungurahua Novatos, en la categoría Men’s Physique Junior, y ese mismo año se coronó Mister Ecuador Novatos 2022, abriéndose paso entre los mejores del país.

Actualmente vive en Baños de Agua Santa, provincia de Tungurahua, donde entrena y trabaja como instructor de musculación en el Titan Gym, junto a su coach y amigo Vinicio Montoya.

Su vida transcurre entre barras, rutinas y la motivación de ver a otros alcanzar sus propias metas. “No siempre se tiene motivación —dice—, hay días en que no quieres entrenar, pero ahí entra la disciplina. Es lo que te empuja cuando las ganas no alcanzan.”

Aunque su talento nació en Tungurahua, Martín confiesa que no recibió apoyo de su federación provincial. “Fue la Federación de Pichincha la que me tendió la mano, y gracias a eso pude representar al país en torneos internacionales. Les estaré siempre agradecido.”

Sueña con ser campeón internacional

Su meta es clara: competir a nivel internacional y dejar el nombre del Ecuador en lo más alto. Pero más allá de los trofeos, su mayor orgullo es ser un ejemplo para las nuevas generaciones. “Quiero que los jóvenes entiendan que todo se logra con constancia, sacrificio y fe.

Si yo pude, ellos también pueden. Siempre tendrán una ayuda de mi parte, porque yo también empecé de cero.”

Martín Pineda es más que un fisicoculturista: es la prueba viva de que los sueños se esculpen con hierro, sudor y corazón. Su historia inspira a quienes lo rodean a no rendirse, porque como él mismo dice, “cada día es una oportunidad para mejorar al menos un 1%”.

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