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Sirley Cortez bromeó asegurando que era primo del futbolista Segundo Castillo.Karina Defas

El ‘primo’ de Segundo Castillo disfrutó del cotejo en la FOCH

Uno de los aficionados de la plaza Foch, en Quito contó la emoción que le causa mirar el encuentroLa emblemática Zona, del centro norte de Quito, recibió a cientos de hinchas de la selección ecuatoriana.

Sirley Cortez salió de su trabajo en seguridad industrial, en la Colón y 6 de Diciembre, dentro de una construcción. Su ropa amarilla era muy llamativa ante la mirada de quienes caminaban junto a él, en la plaza Foch, centro norte de Quito. “No soy jugador profesional, aunque parezca”, bromeó el hombre que aseguró ser primo del futbolista Segundo Castillo.

Fue el deportista el que le regaló una camiseta que decía “Sí se puede”, adornada con un escudo nacional y la fecha del primer mundial al que fue el equipo tricolor, que disputa un encuentro con Brasil.

Para suerte de Cortez, su horario de trabajo le permitió cumplir sus labores, para luego dirigirse hasta las afueras de un bar de la llamada ‘Zona’. Tenía ese atuendo amarillo guardado en un casillero. Se lo puso y se marchó.

Sufría por los ataques de los brasileños. “Tenemos un juego elegante. Lamentablemente no se puede concretar el gol”, analizó brevemente el esmeraldeño. Por ser de la Provincia Verde, el hombre era un fiel admirador de Enner Valencia y de Felipe Caicedo.

“Ambos son buenos representantes de mi tierra”, precisó el costeño, con cierto orgullo coterráneo.

Las llegadas ecuatorianas motivaban al aficionado, que estaba parado fuera de un negocio, como cientos de personas más.

El color de la camiseta de los seleccionados no estuvo tan presente, entre la vestimenta de los hinchas, que gritaban de nervios o que hacían ‘chillar’ las cornetas de plástico.

Al fin, el primer tiempo culminó. Cortez, entretanto, seguía inmóvil, mirando la televisión que enfocaba la salida de los jugadores a los camerinos el estadio Olímpico Atahualpa, donde inició el partido a las 16:00.