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El técnico argentino celebra con los jugadores del ‘Ponchito’ uno de los triunfos que le llevaron a la punta.Yadira Illescas

Mushuc Runa quiere hacer ‘respetar’ su casa

Victor Hugo Andrada, técnico de Mushuc Runa, ha cambiado la cara de Mushuc Runa hasta pelear la punta de la tabla. El secreto no es otro que respetar a quienes “se comprometen con el equipo”

Dicen que a la tercera es la vencida pero con Víctor Hugo Andrada Canalis, este dicho popular tuvo que esperar hasta la cuarta ocasión. Fue entonces, en el cuarto intento, cuando se concretó su llegada al fútbol ecuatoriano.

En el 2012 tuvo la primera propuesta, en el Olmedo de Riobamba, pero en esa ocasión otro contrato se lo impedía. Después lo llamaron para Portoviejo, pero tampoco se concretó. En enero de este año figuraba entre los candidatos a dirigir el combinado del ‘Ponchito’, pero entonces los directivos no se decantaron por él.

En julio, tras una nueva mala racha del elenco de Ambato, Andrada recibió la llamada para que sea el hombre salvador del Mushuc Runa.

Un hombre de retos, como él mismo se define, no lo dudó porque “¡aún había posibilidad de salvarlo!”, exclama el argentino nacionalizado boliviano cuando se le pregunta por su decisión.

‘Copito’, como se le conocía cuando era él quien jugaba en la cancha, asegura que sabía dónde venía. Confió en el proyecto de la cara a la segunda etapa y luego de dialogar con los dirigentes, se convenció de las opciones. Habló con los jugadores a ‘calzón quitado’ y les dejó claro que “si en un solo año han salido dos técnicos, el problema es de los jugadores”.

“Les dije que no venía con el látigo para convencerlos que debían agarrar el camino y el carril correcto, sino con la palabra. Quien no quiera comprometerse con el equipo, que simplemente dé un paso al costado”.

¿Y alguien ha dado el paso al costado?

Todos han captado el mensaje. Lo que yo digo lo cumplo. Doy la camiseta al jugador que la defienda toda la semana, no solo el día del partido. Cuando llegué, Marvin Pita era titular pero luego se fue al banco por su bajo rendimiento. Fue profesional, se esforzó y ahora sigue jugando.

Mañana enfrentan a Emelec, el campeón vigente, aunque ahora está por debajo de ustedes en la segunda etapa.

A todos los equipos les tenemos el mismo respeto, Emelec es un grande pero nosotros jugamos en casa y la haremos respetar.

Usted ahora es el niño mimado. Ha sacado al equipo de las puertas del infierno y ahora lo tiene casi en el cielo.

(Risas) Acá venimos a trabajar. Es verdad que estamos en segundo lugar y que incluso uno de los nuestros -Carlos Quintero- está entre los goleadores del campeonato, pero yo les digo que no hemos ganado nada y que aún nos faltan 15 fechas, 30 puntos y estamos a uno solo de salir de la tabla del descenso, que es nuestro principal objetivo. Estamos a seis puntos de lograr un torneo internacional. Les digo que todo depende de nosotros. Hemos demostrado que estamos entre los mejores pero debemos seguir trabajando con la misma humildad”.

¿De sus jugadores quién rinde más?

Tengo un equipo numeroso de 30 jugadores y todos se esfuerzan y eso me deja tranquilo. Cuando me falta el titular sé que el suplente me va a rendir igual. Con los jugadores es igual que con los niños en el hogar, no siempre se les debe dar un chupetín de regalo ni tampoco un chirlo (palmada), se debe ser equilibrado. Premiar cuando se hacen las cosas bien y reprender cuando no lo hacen”.

¿Con los directivos, cómo está su relación?

(Sonríe) Se lo dije al presidente, Luis Alfonso Chango, que si hubiese hecho caso de las cosas que la gente y la prensa dicen seguramente no hubiese venido. Hemos hablado y todo está bien. Uno trabaja para ganar y si se pierde que sea con entrega y porque el otro equipo ha demostrado ser mejor.

Usted vivió en Bolivia, el clima de Tisaleo a usted no le hará ni cosquillas.

Sabe que tanto en Ambato como aquí en Tisaleo (lugar donde realizan el entrenamiento) son climas espectaculares. Yo estuve radicado en Potosí (Bolivia) hace 15 años, donde hace mucho más frío pues está a 4.600 metros de altura. Estoy tranquilo, estoy muy bien”.

¿Qué le gusta fuera del fútbol?

Soy muy casero, vivo con mi hijo, que es el ayudante de campo y Rodolfo Perrazo, que es el preparador físico. Nos gusta comer en casa porque en mi hogar todos estudiaron gastronomía, y son profesionales.

¿Cuál es la especialidad?

La mía es el pollo a la cerveza y mi hijo hace unas pizzas y empanadas deliciosas.