Era el último round de Enner Valencia en las eliminatorias. El goleador, de 35 años, hace que los hinchas griten, salten y, a veces, lo insulten por coraje. Amor y odio en estado puro, un romance que dura desde el primer gol hasta el penal fallado.

La avenida Barcelona se llenaba desde temprano. Hinchas que llegaron con la ilusión de ver a Messi terminaron rindiéndose ante el ídolo nacional. Erick Andrade, venido desde Nueva York, confesaba entre risas y emoción: “Vine por Messi, pero me quedo con Enner. Es otro nivel, es historia”. Y no es para menos: Valencia es el goleador histórico de Ecuador, un lujo que todavía nadie puede reemplazar.

Opiniones para todos los gustos

“Enner es un amor raro, como una ex que no se olvida: lo amas, lo odias y siempre vuelves”, soltó Carlos Ramírez, que viajó desde Cuenca a las tres de la mañana solo para despedirse. Entre aplausos y lágrimas, los recuerdos se mezclaban: el golazo a Colombia, cuando parecía un Messi y Ronaldo en uno, y aquel penal fallado ante Argentina en la Copa América.

Mientras que el Ing. Rómulo Alcívar, que había venido desde La Troncal, decía: "la gratitud al ser humano, que nunca bajó los brazos, nos dio 46 goles, ahora a esperar que salga un delantero con venga a llenar el vacío que deja Enner". 

El ambiente del Ecuador vs Argentina

El adiós de un goleador incomprendido

Las opiniones se cruzaban como balones en el área. Juan Palacios resumía la cruda realidad: “Se ha comido muchos goles, pero también ha metido otros. Nos deja y nos quedamos sin nadie”. Kevin Méndez, más radical, no se contuvo: “Ya era hora de que se vaya, que den chance a los de LigaPro. Pero ojalá alguien haga más historia”.

Y así, entre cánticos, gritos y pañuelos al viento, se cerró el ciclo de Enner. Entre goles, casi goles y momentos inolvidables, se despide un delantero que deja una huella imborrable: un ídolo que el país amó y criticó, pero nunca olvidará. La Tricolor le dice adiós a su goleador histórico, pero su leyenda seguirá viva en cada hincha que lo aplaudió… y lo regañó.

¡Pilas, a un dólar al estadio!

El cierre de la avenida Barcelona generó incomodidad para algunos, pero alegría para otros. Desde la madrugada del 8 de septiembre, el acceso al estadio Monumental se habilitó solo a pie.

Sin embargo, los ecuatorianos siempre buscan alternativas: en el puente de la 17 y cerca de la Policía Judicial, extremos del estadio, unas 70 motos ofrecían transporte. “¡Al estadio a un dólar, para que no sudes!”, anunciaban los motorizados, que esperaban ganar unos 30 dólares cada uno.

Los clientes comenzaron a llegar desde las 09:00 y entre ellos se destacó Bananerito, el famoso hincha de Orense SC, que no dudó en subirse a la moto con su bandera para llegar al estadio por un dólar.

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