No sabemos con qué locura nos saldrá el jugador de Barcelona,  Fidel Martínez. De que está loco, está loco, y la familia sí lo sabe.

Sorprendió su frialdad ante Emelec en el penal cobrado a lo Antonín Panenka, elevando la pelota para que esta entrara despacio. Para unos fue una jugada de crack, para otros una locura, pero 'Alegría y Atrevimiento' es capaz de eso, de hacer un gol de la mitad de la cancha, de una anotación a lo Messi en Paraguay por la Copa Libertadores, hasta de jugarse el empate en un Clásico con un penal raro.

Es Fidel Martínez, quien en México, cuando jugaba con Xolos, ya le hizo uno así al famoso América. Su gol 11 en el 2020 ha dado de qué hablar en todos los sentidos.

La siguiente es una entrevista con el hombre del gol de la semana, un tipo que incluso trabaja en su día libre:

¿Promete decir la verdad y nada más que la verdad?

Punto de orden. ¿Esto es una entrevista o haces de cura o psicólogo para confesarme?

Necesitamos ponerle seriedad a la locura.

Si es así, que vengan las preguntas serias. Cuando hablan de seriedad, ahí estoy yo poniéndole alegría.

¿Fidel Martínez ha ido al psiquiatra para ver si está loco de verdad?

No, para nada. Sabía lo que hacía. Era un penal más de psicología entre Pedro Ortiz y yo. Yo intuí que él de seguro vio el penal que cobré contra Deportivo Cuenca, esa vez lo tiré a la derecha, pero con un poco de altura. Sabía la responsabilidad que tenía en la espalda, pero la confianza que me dieron los chicos fue tremenda. Gracias a Dios se pudo dar el plus, que es lo que más se necesita en este tipo de partidos.

¿La preparación también incluye ver cómo tapan los penales los arqueros?

Lógico, ellos nos estudian a nosotros y nosotros a ellos. No hay que dejar nada suelto. Claro que una veces sale, otras no.

¿Es la primera vez que lo hace en Ecuador?

Lo había hecho antes, en el año 2012, con Xolos de Tijuana ante América. Hay ciertas similitudes: allá fue al minuto 46 e íbamos perdiendo 1 a 0. Ahora se lo hizo acá en un Clásico. Lo bueno es que entró, porque si no entraba, de seguro que yo salía en la portada de EXTRA como el más buscado.

Esa es la pregunta que se hace todo el país... ¿Qué habría pasado si lo fallaba?

Si fallaba tenía que irme del país, no había más, tenía que irme y tenías que hacerle la entrevista a un ‘más buscado’ (risas).

¿A dónde se hubiera ido?

A Australia (risas), a esconderme con los canguros. La verdad, estaba seguro de lo que hacía. Les voy a confesar algo: cuando fui a cobrar tuve más fe porque uno de los chicos de Emelec le dijo a Ortiz que yo lo iba a patear a la derecha y abajo, eso me dio más fuerza para hacerlo.

Algo de locura debe de tener para cobrar así un penal...

La verdad, Dios me dio esa visión en segundos. Practico siempre penales y veo penales de jugadores en videos, pero también estudio a los arqueros, así como ellos me ven patear a mí. Hay que ir preparado a la cancha. Fue increíble lo que pasó, pero ya es historia, hay que seguir entrenando, preparándonos para estar al nivel del equipo con la hinchada más grande del país.

¿En qué pensaba en ese momento?

Solamente tenía en la cabeza que ese balón iba a entrar y nos iba a dar el plus para ganar. Eso era en realidad lo que buscaba.

¿Lo había ensayado antes?

En los entrenamientos nunca. Pero ya van dos veces que me pasa en mi carrera

Y cuando entró la pelota, ¿qué pensó?

Muchas cosas... emoción, alegría... pero más ánimo y garra para ir por los tres puntos y al final salió todo.

¿Tiene la sangre fría o está loco de verdad?

Para nada. Es raro, pero era el momento y a la vez no, pero uno tiene que leer la situación y el momento. Creo que era el minuto de cambiar la forma de patear y salió. Si eso no pasaba, creo que esta entrevista tampoco se daba. Todo está escrito por Papá Dios.

¿16 goles en el 2019 y en el Clásico logró el número 11 con Barcelona en el 2020?

Sí, gracias a Dios, fruto del trabajo diario, y gracias a mis compañeros, porque sin ellos no pasaba nada de esto. El esfuerzo es de todos, de un gran grupo de jugadores que vamos a un solo objetivo: llegar a darle una alegría a la hinchada que ahora nos mira desde sus casas.

¿Un gol así a quién más le gustaría marcárselo?

Me gustaría hacer todos los goles, en todas las formas posibles, pero hay buenos arqueros. Uno entra a la cancha con esa misión, hay días que salen goles, otros golazos y otros días los arqueros nos sacan llorando de la cancha. Son cosas del fútbol.

Alegría, humildad y atrevimiento... ¿Qué más le sumamos?

Infarto con alegría.

¿Sabía que ‘paniqueó’ a todos los hinchas con su gol?

Ufff, lo sé. Yo sabía que me iban a odiar por segundos, pero gracias a Dios todo salió bien.

¿A buscar más goles, pero sin tanta adrenalina?

Vamos por más, pero siempre ratifico que el equipo está encima de todo. Hay que trabajar duro para lograr lo que buscamos como Barcelona, queremos al final darle esa alegría que sueña la gente. Esa es nuestra gran meta en el 2020.

¿Qué le dijo Bustos?

Que se asustó cuando pasó eso, pero ya es historia, ahora a buscar sumar puntos. El penal es historia.

¿Y en casa qué pasó?

Fue un problema feliz, mi esposa gritó tanto de alegría que Antonella se despertó, esa es la hora sagrada en casita, debido a que ella duerme.

¿Y a la hinchada qué le dice?

Primero, que sigan dando su apoyo desde casa, que sabemos que se desesperan por ir el estadio, pero hay que pedirle a Dios que todo esto pase. Como jugadores, extrañamos el estadio a reventar. Sé el sacrificio que hacen por comprar una entrada, pero ahora deben de esperar que todo pase. Solo digo que nosotros estamos para dar el mayor esfuerzo, no se olviden de que esto es fútbol, a veces sale todo, otros días nada.

Termina el confesionario.

Creo que cada pregunta era como un penal que cobraba. Igual, alegría, atrevimiento e infarto para la gente que lee EXTRA. En especial a todos los seguidores de Barcelona y a mi gente de Lago Agrio, un abrazo especial.