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Independiente del Valle con corazón de guerreros
Sarita Oña y su hija Gisela Guaña llegaron al aeropuerto para recibir a los recampeones de América. Le llevaron un regalo al profe Martín Anselmi
Emocionadas y con las camisetas rosadas de Independiente del Valle llegaron al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, Sarita Oña y su hija Gisela Guaña. Son hinchas a muerte de los rayados y acudieron a la terminal aérea para recibir a sus ídolos y agradecerles por ganar la Recopa Sudamericana.
No les importó cerrar por unas horas el local que tienen en Sangolquí, con tal de estar presentes en el arribo de la delegación del Valle. Esperaron con paciencia la salida de los futbolistas y cuerpo técnico, cuyo avión fue recibido con un arco de agua.
Doña Sarita llevaba un ramo de flores que esperaba entregarlo al entrenador Martín Anselmi. “Le tengo mucho aprecio al profe, por todo su trabajo. Desde que está como entrenador nos ha dado cosas muy grandes”, afirmó la aficionada.
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Salió feliz tras poder darle el presente al entrenador argentino, quien portaba la medalla dorada y se sorprendió con las flores. Oña, con una gran sonrisa, posó para la foto que inmortalizó el momento y también se llevó imágenes con otros futbolistas.
Agregó que confía en que los rayados les darán más alegrías y pone a la Copa Libertadores como la siguiente estrella a conseguir.
FUERTES EMOCIONES
Al consultarle sobre cómo vivió el juego ante Flamengo, doña Sarita afirmó que “casi me da un infarto con el gol brasileño”, pero que todo sufrimiento sirve para después festejar en grande por el título continental
Su hija detalló que siguieron el encuentro en casa y resaltó la figura del arquero Moisés Ramírez, quien “tapó todo”, en los dos juegos ante el Fla. Para celebrar la conquista de la Recopa salieron a las calles y se unieron a los festejos con la barra Locura del Valle.
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“Somos hinchas desde hace diez años, le seguimos desde que está en la Serie B. Hemos sufrido y festejado con el equipo. Ahora conseguir la Recopa es una gran revancha del 2020”, aseguró Gisela.
Confesó que con su madre nació el amor por el Independiente del Valle al ser un equipo de Sangolquí. “Somos sangolquileñas de corazón y el equipo nos representa por su esfuerzo, son unos guerreros”, sentenció.